De no poder ingresar al Palacio Federal Legislativo, los diputados opositores, encabezados por Juan Guaidó, se verán en la obligación de sesionar nuevamente en El Hatillo
Esta semana que viene, los diputados opositores realizarán su tercer intento de ingresar al Palacio Federal Legislativo, después que la fuerza pública ya se lo impidió en dos oportunidades, destacó un despacho de la agencia AP.
Recientemente, los legisladores debieron recurrir a un anfiteatro cubierto en El Hatillo.
No está claro si la Asamblea Nacional presidida por Juan Guaidó, quien tiene el respaldo del gobierno estadounidense, se verá obligada a sesionar nuevamente en El Hatillo o acaso en las oficinas del diario El Nacional -donde se reunieron a principios de enero- o incluso buscar otro sitio.
Los residentes de El Hatillo dicen que el ataque reciente a la Asamblea Nacional es un asalto a la única institución democráticamente elegida de Venezuela que no está en poder del gobierno.
“Ellos fueron elegidos por el pueblo”, dijo el jubilado Hernán Martínez, de 79 años, quien acusó al gobierno de enviar a los grupos de motociclistas armados conocidos como “colectivos” a intimidar a los legisladores. “Nosotros no tenemos las armas; tenemos la voz del pueblo. Más nada”.
Crece la presión sobre la Asamblea Nacional al inicio de un año electoral en el que Maduro dice que piensa ganar el control de la legislatura. Acusa a los legisladores de provocar protestas violentas y alentar las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela.
El pasado 5 de enero, las fuerzas de seguridad impidieron el ingreso del diputado Juan Guaidó, quien intentó saltar una cerca, recordó AP. El miércoles pasado, una caravana de legisladores -Guaidó no estaba presente- sufrió el ataque de civiles armadas y se escucharon disparos. Entonces se reunieron en El Hatillo.
Eric Farnsworth, vicepresidente de la Americas Society con sede en Washington, dijo que evidentemente Maduro trata de intimidar a la oposición al obligarla a buscar un lugar de reunirse entre temores por su seguridad.
Dijo que esta táctica de Maduro provocaba “indignación” en la comunidad internacional. “Trata de complicarle la vida a la oposición”, dijo Farnsworth. “Cuanto más los intimidan, más espacio tiene Maduro para aplicar sus medidas”.