Las autoridades eclesiásticas recomiendan mantener la calma y esperar la información oficial sobre esta manifestación mariana detectada en Caracas
Una manifestación mariana muy especial ocurrió el pasado miércoles 29 de enero en la parroquia La Ascensión del Señor, ubicada en la urbanización Cumbres de Curumo de Caracas, cuando a la 1:00 de la tarde, aproximadamente, el padre Enrique “Kike” Alaña, constató que la imagen de María, bajo la advocación de Virgen de la Dulce Espera, comenzó a emanar escarchas.
Algunos feligreses se acercaron a la parroquia y fotografiaron a la Virgen de la Dulce Esperanza, como también se le conoce, para luego distribuir las gráficas en las redes sociales, causando una profunda motivación entre quienes ven en el hecho una manifestación de la Madre de Dios.
El padre “Kike” Alaña, párroco de esta comunidad, pidió mantener la calma y esperar que las autoridades de la iglesia caraqueña emitieran una información oficial. En ese sentido, informó a Reporte Católico Laico, medio de comunicación de la Iglesia venezolana, que el cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, administrador Apostólico de Caracas, recomendó mantener la imagen bajo resguardo para hacerle el debido seguimiento y determinar lo que pudiera estar ocurriendo.
El sacerdote explicó que la imagen de la Dulce Espera fue un regalo que recibió hace años, y representa a la Virgen María embarazada. Resaltó que esta manifestación mariana ocurre en un momento especial para el clero de la Arquidiócesis de Caracas, ya que sus sacerdotes se encuentran en retiro acompañados del cardenal Porras.
Donan medicinas
Julián Dorta tiene más de 70 años de edad y como todo adulto mayor, con los años también le llegaron sus achaques en la salud. Sufre de hipertensión arterial, la silenciosa patología crónica presente en más de un tercio de quienes conforman la tercera edad.
En Venezuela, las enfermedades se han multiplicado y la mayoría de los pacientes hipertensivos luchan contra la falta de atención en los hospitales públicos debido a la escasez de personal médico, insumos y equipos técnicos adecuados; y con el poco dinero que reciben de la pensión, viven en un permanente dilema: comprar medicamentos o “algo” para comer.
El pasado domingo 26 de enero, Dorta formó parte de una fila de personas que fueron atendidas de manera gratuita y con la posibilidad de recibir medicamentos en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús en Guarenas, estado Miranda.
En la misa del domingo anterior había escuchado que la fundación diocesana de salud San Rafael Arcángel realizaría una jornada médica en esta parroquia. “¡Esta es mi oportunidad, no la voy a desperdiciar! ¡Allí estaré bien temprano”, dijo a sus familiares.
Ramón Antonio Pérez/@GuardianCatolic