El dalái lama cumple este sábado 80 años como el líder espiritual del Tíbet, una función que casi siempre ha desempeñado en el exilio, bajo los constantes ataques de China.
A cientos de kilómetros del inmenso palacio Potala de Lhasa, el líder budista se dirige desde 1959 a sus compañeros tibetanos de exilio desde Dharamsala, al pie del Himalaya indio.
Sigue siendo el rostro universalmente reconocido del movimiento por la autonomía del Tíbet, convertido en una provincia china desde 1951.