Una ONG ya había solicitado al gobierno de Curazao, en agosto de 2019, que le diera a esa ayuda humanitaria un nuevo destino en ese país
El gobierno de Curazao desechó la semana pasada 250 toneladas de ayuda humanitaria destinadas para Venezuela, enviadas desde Estados Unidos y Puerto Rico en 2019.
Según el artículo del portal NOS Curazao, los suministros provenían de donaciones hechas por ciudadanos particulares de Estados Unidos y Puerto Rico, y se almacenaron en cobertizos que fueron alquilados por el gobierno de Curazao, pero nunca llegaron a su destino.
El año pasado, el gobierno de EE.UU. solicitó al Reino de los Países Bajos que se abriera un centro de acopio de ayuda humanitaria para la población venezolana, a petición del diputado Juan Guaidó.
El 13 de febrero de 2019, el ministro de Exteriores de Países Bajos, Stef Blok, informó que Curazao iba a facilitar un centro en la isla para que sirviera de acopio a toda la ayuda enviada hacia Venezuela. Poco antes del 23 de enero, día en el que pondrían en marcha el plan para trasladar la comida y medicinas, Curazao aclaró que no movilizaría ningún barco sin la autorización del gobierno venezolano.
El presidente Nicolás Maduro se negó a aceptar la ayuda humanitaria y bloqueó los accesos al país para evitarlo y anunció el cierre de fronteras y la restricción del espacio aéreo un día antes del pasado 23 de enero.
Un mes después, el gobierno curazoleño suscribió un acuerdo con Estados Unidos para el envío de esa ayuda humanitaria y solicitó de manera formal a Maduro para que abriese las fronteras, cuestión que nunca fue respondida.
De acuerdo con el reportaje de NOS, el gerente de pilotos arrojó los suministros a la basura porque supuestamente estaban en mal estado.
Ante esto, se le envió una notificación a Venex, una organización venezolana en Curazao que medió entre los Estados Unidos y Curazao sobre el almacenamiento de los bienes.
Venex ya había solicitado a Curazao en agosto de 2019 que le diera a los suministros de socorro un nuevo destino en ese país. Actualmente, la población de migrantes venezolanos equivale al 10 % de la población de la isla; la mayoría ingresa de forma ilegal.
Curazao facilitó dos flujos de bienes de ayuda humanitaria a través de su territorio: bienes del gobierno de Estados Unidos a través de la agencia de la Usaid y bienes recolectados por ciudadanos americanos y de Puerto Rico. Los productos de Usaid se enviaron a través de Panamá, poco después debido al cierre de las fronteras entre Venezuela y Curazao.