Los problemas de toda índole son una constante en nuestra vida.
Personalmente creo que no existe una sola persona en la tierra que no esté atravesando algún tipo de dificultad.
Puede ser de salud, financiera, familiar, profesional o personal, pero siempre hay algo que le impide al ser humano ser feliz totalmente.
Y aunque esta es una realidad que no podemos negar o esconder, siempre debemos recordar que tenemos a un Dios Todopoderoso que nunca nos abandona.
Jesucristo nos dice en el versículo 33, capítulo 16 del evangelio de Juan: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”.
Cuando nos empeñamos en resolver los problemas con nuestras propias fuerzas, las cargas se han más pesadas y nos lleva a la desesperación, el desánimo y la decepción.
Jesucristo nos advierte que tendremos aflicciones, pero que Él nunca nos abandonará ni nos desampara.
Si tenemos problemas y tomamos decisiones incorrectas, la situación se agravará y serán peores las consecuencias.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:2.
Muchos pensamientos en el corazón del hombre, pero es el propósito del Señor que prevalece” Proverbios 19:21.
“Confía en Jehová, y haz el bien. Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino y confía en él; y él hará. Salmos 37:3-5
Es el momento de dejar esa carga que te oprime y entregarle a Dios tus problemas.
Ser cristiano no es profesar una religión, es tener una relación personal con Jesucristo como Salvador y Señor de nuestra vida.
Dios te bendiga y te guarde, hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios.
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988)
/beaperiodista@hotmail.com.