La UE contribuyó de manera decisiva a transformar Europa de un continente de la guerra a uno de la paz
OSLO. El presidente de la Unión Europea (UE), Herman Van Rompuy; el de la Comisión Europea, José Manuel Barroso; y de la Eurocámara, Martin Schulz, recibieron ayer en Oslo el Premio Nobel de la Paz concedido este año al bloque de 500 millones de habitantes.
La UE contribuyó de manera decisiva a transformar Europa de un continente de la guerra a uno de la paz, señaló la argumentación del galardón. Para seguir la premiación en vivo haga click aquí.
“En un tiempo de inseguridad, este día recuerda a los habitantes en Europa y en todo el mundo el objetivo fundamental de la Unión Europea: impulsar la hermandad entre las naciones europeas, ahora y en el futuro”, dijo Van Rompuy en su discurso de agradecimiento.
La UE pasó de ser una comunidad del carbón y del acero “a abolir las fronteras internas”, señaló por su parte Barroso. “Hoy uno de los símbolos más visibles de nuestra unidad está en las manos de todo el mundo. Es el euro, la moneda de la Unión Europea. La apoyaremos”, agregó el presidente de la Comisión Europea.
En el acto de entrega del premio estuvieron presentes, además del rey Harald de Noruega, casi una veintena de presidentes y primeros ministros de los países que forman la UE. Entre ellos se encontraban la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quienes se levantaron y saludaron juntos cuando el presidente del Comité Nobel, Thorbjörn Jagland, hizo referencia a la reconciliación entre ambos países tras la Segunda Guerra Mundial.
En la ceremonia de Oslo no participó el primer ministro británico, el euroescéptico David Cameron, quien estuvo representado por el vicepremier del país, el liberal Nick Clegg.
El germen de la UE surgió en 1958 con seis países, entre ellos Alemania y Francia, hasta entonces enemigos irreconciliables, en torno a una comunidad económica. Hoy la Unión cuenta con 27 miembros y a mediados de 2013 se incorporará el número 28, Croacia.
Además, tres ganadores del Nobel de la Paz, entre ellos el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, firmaron una carta abierta cuestionando la decisión, asegurando que la UE no es “el ‘campeón de la paz’ en el que pensaba Alfred Nobel”.
Los ocho millones de coronas suecas (0,92 millones de euros/1,2 millones de dólares) con los que está dotado el Nobel de la Paz estarán en este caso destinados a los niños en zonas de conflicto.
Los ganadores de los Nobel de Medicina, Física, Química, Literatura y Economía recibirán esta tarde los galardones en la capital de Suecia, Estocolmo.
Agencias