La intensidad de las protestas que llevan casi seis meses remeciendo sus calles ha disminuido, pero la incertidumbre no abandona el corazón de los chilenos. Ahora, de cara a los cambios que se avecinan e incluyen la posibilidad de reescribir la constitución, la mayoría se debate entre el temor y la esperanza.
Tras un periodo vacacional que mermó las manifestaciones en semanas pasadas, el retorno a las actividades rutinarias como la escuela, la universidad y el trabajo desató preocupaciones porque en las redes sociales siguen surgiendo convocatorias a marchas que suelen ir acompañadas de encapuchados responsables de actos violentos.
Las protestas que siguieron al estallido social del 18 de octubre exigían mejores pensiones, salud y educación. El presidente Sebastián Piñera ofreció algunos cambios, pero éstos parecen estar lejos de satisfacer a los chilenos.
El contraste entre los sentimientos y emociones que hoy se perciben en las calles de Chile es generacional: mientras muchos adultos mayores que vivieron la dictadura militar (1973-1990) sienten miedo ante un posible incremento de la violencia -aunque ahora el panorama dista mucho del que detonó el golpe castrense-, los jóvenes nacidos en democracia confían en que la situación cambiará si siguen protestando.
“Siento impotencia. Creo que no hay medidas en contra de eso (la violencia). También tengo una sensación… de susto. Ellos (los jóvenes) no han vivido la dictadura, (no saben) en qué puede terminar… que se vaya de las manos”, dijo a The Associated Press el cirujano dental Gonzalo Álvarez, de 62 años.
La intranquilidad de este hombre no es gratuita: la policía chilena ha sido señalada por organismos internacionales de violentar los derechos humanos al hacer un uso excesivo de la fuerza para reprimir las manifestaciones. Y aun ahora, que no han surgido nuevas críticas, las autoridades siguen sin poder controlar del todo la violencia que se desata en las inmediaciones de las manifestaciones.
En contraste con el cirujano, el contratista Cristian Ramírez, de 34 años, se muestra esperanzando. “Yo soy optimista y confío en que si seguimos protestando el gobierno tendrá que hacer cambios de verdad… Yo pienso seguir protestando hasta que lo logremos”, señaló a la AP.