Al menos 26 milicianos iraquíes favorables a Irán murieron en ataques aéreos de la coalición internacional en el este de Siria, en respuesta a la muerte de dos estadounidenses y un británico en una base militar en Irak, una escalada de violencia que preocupa al gobierno iraquí y a la ONU.
Esta nueva escalada de violencia entre Teherán y Washington preocupaba al jueves a Bagdad y a las Naciones Unidas.
La muerte de dos soldados, un estadounidense y un británico, y de un subcontratista estadounidense en un ataque con cohetes no tiene precedentes en Irak desde hace años. También es el mayor balance -26 muertos- en un ataque contra los paramilitares iraquíes pro-iraníes.