SANTIAGO, Chile. El ex juez Alejandro Solís, uno de los magistrados que más causas de derechos humanos ha investigado en Chile, afirmó que el ex dictador Augusto Pinochet (1973-1990) conocía detalladamente los secuestros y asesinatos que cometía su policía represiva.
Las declaraciones del juez Alejandro Solís se conocieron en el sexto aniversario de la muerte de Pinochet, a los 91 años, sin que fuera procesado en ninguna de las cinco causas abiertas en su contra, tres por violaciones a los derechos humanos, una por fraude al fisco y la última por uso de pasaporte falso.
En entrevista exclusiva con un periodista de radio Cooperativa, Solís dijo que más de una década de investigaciones lo llevaron al convencimiento de que Pinochet conocía en detalle las tropelías de la Dirección de Inteligencia Nacional, Dina.
Recordó que el propio general retirado Manuel Contreras, quien creó y dirigió la Dina entre 1973 y 1977, admitió que se reunía a diario con Pinochet «lo iba a buscar a su casa, desayunaban juntos, recibía órdenes de él diariamente y le rendía cuentas de las órdenes recibidas».
«Por lo tanto no se puede menos que presumir que había un contacto directo y un conocimiento exacto de Augusto Pinochet sobre los delitos que se estaban cometiendo», añadió Solís.
Tres comisiones oficiales, en 1991, 2004 y 2010 investigaron las violaciones a los derechos humanos en Chile. La última investigación aumentó en 30 los detenidos desaparecidos y en 9.800 los prisioneros políticos, lo que elevó las víctimas del régimen militar a más de 40.000 personas, entre ellas, 3.095 que están en las listas de asesinados y/o desaparecidos.
Solís investigó 90 causas de violaciones a los derechos humanos y llegó a dictar condena en 44 de ellas, incluso contra Contreras, a quien condenó a más de 150 años de presidio.
El magistrado realizó su último procesamiento seis días atrás, cuando encausó a 13 ex agentes de la policía represiva, incluidos los máximos jerarcas, por el secuestro y asesinato de 20 opositores que fueron cruelmente torturados en una cárcel secreta antes de morir.
Luego de dictar su último fallo, Solís se retiró del Poder Judicial, algo que debía hacer de todas formas porque el 27 de diciembre cumple 75 años, edad de jubilación de los jueces.
Cifras oficiales estiman que hay cerca de 1.000 juicios contra unos 700 militares involucrados o vinculados a crímenes de lesa humanidad, de los cuales sólo unos 70 están cumpliendo sentencia en una de las dos cárceles creadas especialmente para violadores de los derechos humanos.
Hace unos 12 años la Corte Suprema designó a varios jueces para que investiguen exclusivamente los crímenes de lesa humanidad y en enero de este año designó a tres más para agilizar el fin de las causas de derechos humanos.
Los oficiales procesados o condenados no han colaborado con la justicia, persisten en su pacto de silencio, niegan los hechos y aún se desconoce el paradero de un millar de desaparecidos.
AP