Las celebraciones del Día de San Patricio han sido víctimas del nuevo coronavirus, pero incluso una pandemia no pudo apagar el deseo de celebrar el color verde, la cerveza Guinness y todas las cosas irlandesas.
Los desfiles y fiestas del martes fueron cancelados en todo el mundo cuando los gobiernos impusieron restricciones sobre el contacto humano para desacelerar la propagación del virus.
Las autoridades irlandesas suspendieron el desfile de Dublín, que suele atraer a medio millón de participantes, y suplicaron a las personas no congregarse en fiestas privadas. Miles de bares irlandeses cerraron como parte de las medidas para combatir el covid-19, decenas de miles de pintas de Guinness se dejarán de servir y 140.000 personas que trabajan en pubs, restaurantes y guarderías están sin empleo, por lo menos temporalmente.
Sin embargo, en una época de distanciamiento social y auto aislamiento, floreció el deseo de celebrar el día.