En un hospital de Madrid, Lucía Rodríguez se recupera de un pequeño infarto cerebral que sufrió. Necesita volver a Venezuela para atender a su madre, una señora de 98 años de edad que sufre de alzhéimer
Un grupo de más de 300 venezolanos en España le pide al Estado que habilite un vuelo humanitario con urgencia para retornar al país. La cancelación de los vuelos desde Europa como medida para contener la propagación del coronavirus los dejó varados.
Nelson Parra creó el 24 de febrero un grupo de WhatsApp. Poco a poco, y con ayuda de perfiles en Instagram dedicados a ofrecer información sobre los venezolanos en España, se han sumado más personas que están, además de Madrid, en Barcelona, Tenerife y otras ciudades.
Parra viajó a España con su esposa para visitar a su hijo que vive en Madrid. Llegaron a la ciudad el 17 de febrero y tenían boleto de regreso a Caracas para el 17 de marzo.
Con la situación que surgió por la pandemia tuvieron que quedarse en el pequeño apartamento donde vive alquilado su hijo. «Tenemos más de un mes aquí sin poder movernos. En estos momentos, gracias a la ayuda de amistades, estamos viviendo», dijo.
Aseguró que se han comunicado con los consulados a través de correos electrónicos, pero solo les responden que en caso de que surja alguna información se las harán saber.
«Hay muchos grupos familiares, con niños y adultos mayores; la mayoría son personas que vinieron en condición de turistas, otros por trabajo. Todos necesitamos regresar porque no tenemos ingresos económicos», expresó.
Parra afirmó que no han recibido ayuda de los organismos españoles, aunque una persona que se ha mantenido en el anonimato donó importantes mercados a varias familias.
«Hubo un grupo de venezolanos que se fue por Colombia y como no tenían boletos para Venezuela, los devolvieron otra vez a Madrid. A una señora le violentaron su equipaje, le robaron cosas de valor. La devolvieron robada», señaló.
Aseguró que el actor venezolano Claudio Nazoa también está varado en Tenerife. En la medida de lo posible, apoya al grupo de más de 300 venezolanos.
«Me dijo que él necesita regresar, pero no lo puede hacer en un vuelo humanitario por su posición política», añadió Parra.
Mientras se publicaba este trabajo, Lucía Rodríguez estaba recluida en el Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid. El martes 14 de abril sufrió un cuadro de estrés que le provocó un pequeño infarto en el cerebro debido a todo lo que está atravesando al no poder regresar a Venezuela.
La ahora paciente llegó a España el 30 de diciembre de 2019 junto con su hijo mayor para estar presente el nacimiento de su nieta. Debía regresar a Venezuela a los tres meses reglamentarios para estar de forma legal, pero no pudo.
«Pasó todo lo del coronavirus, les cancelaron el vuelo y se tuvieron que quedar», expresó Valentina Rego, su nuera, en una entrevista con este diario.
En Venezuela, Rodríguez tiene a su mamá, una adulta mayor de 98 años de edad que sufre de la enfermedad de Alzheimer; no puede moverse y depende del cuidado exclusivo de otras personas.
Debido al viaje, Rodríguez contrató a dos enfermeras para que cuidaran a su madre hasta el 28 de marzo, cuando debió estar de regreso. Ahora, con el covid-19 en Venezuela y la escasez de gasolina, las enfermeras no quieren ir al domicilio porque tienen miedo de contagiarse y también se les dificulta movilizarse en transporte.
«Han pasado días en los que ha hecho sus necesidades en la cama. Por eso mi suegra tiene urgencia de regresar a Venezuela, para cuidar a su mamá. Ella está muy estresada, le han dado muchos ataques de ansiedad porque desde aquí no puede resolver nada; está angustiada de que su mamá muera y ella no esté«, agregó.
Al no poder regresar el 28 de marzo, Rodríguez compró dos boletos, uno para ella y otro para su hijo, para el 19 de abril en la aerolínea Estelar por 1.000 euros, pero la compañía pospuso el vuelo para finales de mayo o principios de junio.
«Noches y noches de insomnio»
El caso de Roxana Terán es diferente, pero no carece de urgencia. En declaraciones a El Nacional, aseguró sentirse preocupada y que no duerme bien porque piensa en cómo estarán sus mellizos de ocho años de edad.
Se vio obligada a hacer un viaje de emergencia a España y no pensaba que la situación por la pandemia se iba a extender tanto tiempo.
Roxana Terán habla con sus hijos por videollamadas
Roxana Terán habla con sus hijos a través de videollamadas. La madre autorizó para la publicación de estas imágenes | Foto: Roxana Terán / El Nacional
Contó que afronta un asunto legal en Venezuela con su ex pareja, el padre de los menores de edad. Dijo que el hombre podría quitarle a sus hijos porque la señala de abandono de hogar.
«Uno de ellos tiene autismo en un grado de no socialización y en estos momentos está sufriendo, está padeciendo por mi, tiene ataques de ansiedad», aseguró.
Terán, de 36 años de edad, manifestó que el padre de los niños trabajaba en la estatal Petróleos de Venezuela, pero actualmente está desempleado.
Roxana Terán también aboga por que se habilite un vuelo humanitario
Roxana Terán tuvo que hacer un viaje de emergencia a España, pero las medidas preventivas por el covid-19 dificultaron su regreso al país
«Teníamos problemas y ahora se me suma un problema más grave porque está diciendo que estoy abandonando a mis hijos. No sé si están comiendo bien. Necesito irme, son noches y noches de insomnio«, prosiguió.
«Auxilio», exclamó Terán en un mensaje de WhatsApp.
Guillermo Frontado, de 62 años de edad, viajó a Madrid para visitar a su hija, quien ahora se hace cargo de sus gastos porque él se quedó sin dinero.
Guillermo forma parte de los venezolanos varados en España
Guillermo Castro viajó a Madrid para pasar algunas semanas con su hija | Foto Guillermo Castro / El Nacional
Llegó el 25 de febrero con la intención de regresar al mes siguiente. Teme porque tiene problemas de seis baipás coronarios y varias operaciones delicadas.
«Soy una persona de alto riesgo. Estoy en Valencia y necesito regresar a Venezuela. No tengo dinero porque vine con una cantidad limitada y ahora dependo de mi hija. Necesito regresar a mi casa, estoy encerrado en la habitación, ni siquiera salgo», afirmó.
Otra venezolana, que prefirió mantenerse en el anonimato, viajó a España para probar suerte y buscar un mejor futuro para sus hijos, pero aseguró que desde que llegó a la nación europea solo ha conseguido obstáculos.
«No he logrado laborar de nada y realmente no me ha ido tan bien como lo esperaba. Ahora solo quiero regresar a mi país y no cuento con los recursos económicos para hacerlo», expresó.
Estatua de Federico García Lorca en Madrid
La estatua de Federico García Lorca de la plaza de Santa Ana en Madrid apareció con una mascarilla facial | Rodrigo Jiménez / EFE
Dijo que ha logrado subsistir gracias a las ayudas alimentarias que recibe de trabajadores sociales de la zona donde se encuentra.
«Estoy desesperada, quiero regresar con mi familia. Por eso pedimos este vuelo humanitario urgente», destacó.
Asimismo, Eleazar Sequeira, venezolano de 51 años de edad con discapacidad, expresó angustia porque viajó a España para un asunto específico y esperaba regresarse con prontitud.
«Mis tres hijas y mis padres de 77 años de edad están preocupados. Soy sostén de hogar. Sufro de ataques de pánico, de arritmia y de tensión alta. Toda esta situación me tiene colapsado. No hay palabras para describir lo difícil que ha sido», manifestó.
Pidió a los entes de Venezuela y de España que establezcan una conexión que los ayude a conseguir un vuelo humanitario para regresar a su país.
«Son muchas personas las que quieren irse: hombres, mujeres niños, personas con discapacidad, de la tercera edad. Tengo temor, mucho miedo. Estoy completamente vulnerable en una situación incómoda, muy mal, en todos los aspectos», dijo.
800 euros un boleto
El organizador del grupo de Whatsapp rechazó que algunas agencias de viajes están tratando de aprovecharse de la situación.
«Envían información de vuelos que ellos pueden organizar, pero los costos de los boletos alcanzan los 800 euros. La mayoría no tiene para hacer un mercado con 15 euros, menos para pagar un vuelo de estos», enfatizó.
Nota del El Nacional