Pese a que la entrada era gratis, al gimnasio Alexis Argüello asistieron muy pocos aficionados, ocupándose apenas entre un 10 y 15 % sus asientos, según estimaciones de los periodistas asistentes
En un mundo desprovisto de deportes en medio de la batalla contra el nuevo coronavirus, Nicaragua ocupó el sábado por la noche el centro del escenario: Managua realizó una cartelera de boxeo, desafiando la pandemia y las críticas de quienes califican como un acto “temerario” la realización de esta velada en el país centroamericano.
Pero pese a que la promotora del evento ofreció entradas gratis, el gimnasio Alexis Argüello lució con poco público, ocupándose apenas entre un 10 y 15% sus asientos, según estimaciones de los periodistas asistentes. La capacidad del gimnasio es de 8.000 personas.
Los organizadores no informaron de inmediato el número de asistentes. Los comentaristas de la televisión oficial proclamaban con orgullo que esta es “la única cartelera en vivo a nivel mundial”.
El ex bicampeón mundial de los pesos mínimo y minimosca Rosendo Álvarez organizó la inusual velada en la que se midieron 16 púgiles nicaragüenses y que fue transmitida por el estatal Canal 6 de Nicaragua y por la cadena estadounidense ESPN Latinoamérica a través de su programa ESPN KnockOut.
A diferencia de la mayoría de los países, el gobierno del presidente Daniel Ortega no ha implementado medidas de distanciamiento social para frenar la propagación del virus y es de las pocas naciones en el mundo donde la actividad deportiva con público en las tribunas no se ha detenido, incluido el béisbol y el fútbol.
En una entrevista previa con The Associated Press, Álvarez destacó que “este es el único gimnasio del mundo que está abierto y con actividad este sábado”. Aseguró que no le parece mal realizar la velada “porque aquí no hay coronavirus”.
“Aquí no tenemos coronavirus ni hay cuarentena, los tres muertos (reportados hasta ahora por el Ministerio de Salud) vinieron de afuera y en el país nadie se ha contaminado” por covid-19, adujo el excampeón, que colgó los guantes en 2006.