Tras los anuncios de intervención de empresas y ventas supervisadas realizados por el Gobierno Nacional, la gente se fue a los supermercados para no quedarse sin su harina
Los caraqueños salieron el pasado lunes 27 de abril a la búsqueda de harina de maíz precocido, previendo el aumento del producto y su posible desaparición por las medidas de control anunciadas por el Gobierno Nacional durante el fin de semana.
Las colas variaban en los supermercados de la capital venezolana recorridos por un equipo periodístico del portal Efecto Cocuyo en los municipios Libertador y Chacao, después de que el pasado viernes se anunció la venta supervisada de Alimentos Polar por parte de la administración del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En el Unicasa de La Candelaria, poco antes de las 12:00 del mediodía, había 70 personas en la fila. La señora Zoraida Rodríguez estuvo dos horas así antes de intentar acceder al establecimiento.
Dijo que el supermercado solo permitía 90 personas dentro de sus instalaciones y de allí la cola que ocupaba más de media cuadra en una de las calles aledañas a Unicasa.
Se quejó porque antes debió comprar la harina en 150.000 bolívares, mientras que en el local estaba en 120.000 bolívares. “Perdí de comprar una harina más. Aquí está más barata, pero ya la había comprado”, explicó a las afueras del local. No pudo ingresar porque llevaba bolsas con compras de otro lugar, pero su esposo entró al Unicasa.
En el supermercado Luz de la calle Mis Encantos, en el municipio Chacao, la fila también era extensa. Desde hace más de un año allí solo permiten que cada consumidor lleve únicamente 10 kilos de harina.
Uno de los empleados de seguridad informó que funcionarios de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) los visitaron jueves y viernes de la semana pasada.
A las 12:30 del mediodía aún tenían harina de maíz en los anaqueles. El precio de venta, la de la marca de Polar, era de 154.995 bolívares. La cola a esa hora era de 32 personas.
Venta restringida
En el supermercado Plaz, de Los Palos Grandes, vendían solo cuatro harinas por persona. El precio: 120.000 bolívares cada una y era distribuida en una cola diferente a la que tradicionalmente forman los consumidores para entrar al expendio.
A diferencia de la semana pasada, a las 12:40 del mediodía, no había personas esperando en las afueras del supermercado. La cantidad de harina que estaban ofertando tampoco era suficiente. En los anaqueles no había el producto.
Mientras tanto, el Excelsior Gama de Santa Eduvigis no tenía el preciado producto y tampoco era mucha la cola de los consumidores.
En el Unicasa de Bello Monte no había restricción para adquirir el tradicional ingrediente para hacer la arepa.
Había dos marcas: la de Polar a 155.911,76 bolívares y otra en 120.000 mil bolívares. Una señora que compró seis kilos de harina de maíz comentó que estaba en un Excelsior Gama, donde tampoco había el alimento.
En el Central Madeirense de Bello Campo, en Chacao, había otros productos de marca Polar, pero no la harina de maíz.
RECUADRO
Despacho paralizado
Empresas Polar denunció el domingo, 26 de abril, que el despacho de harina de maíz y aceite de su planta de Turmero, en el estado Aragua, estaba paralizado. Esto después de la medida contra el conglomerado anunciada por el gobierno del presidente Nicolás Maduro la tarde del viernes 24 de abril y la falta de los llamados códigos Sica para movilizar los alimentos.
“Esto pone en riesgo el abastecimiento del mercado en las categorías que aquí producimos, con un impacto directo en la seguridad alimentaria de la población venezolana”, informó José Francisco Bolívar, gerente de APC-Planta Turmero.
Ronny Rodríguez Rosas/Efecto Cocuyo