Las agencias de espionaje de Estados Unidos creen que el COVID-19 se originó en China pero no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente, dijo el jueves la entidad que supervisa las operaciones de inteligencia de Washington.
“La Comunidad de Inteligencia también está de acuerdo con el amplio consenso científico de que el virus COVID-19 no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente”, dijo la Oficina del Director de Inteligencia Nacional en un comunicado.
Las agencias de espionaje estadounidenses “seguirán examinando rigurosamente la información emergente y la inteligencia para determinar si el brote comenzó a través del contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente en un laboratorio en Wuhan”, agregó.