La instalación industrial ubicada en el inmueble, de nombre Padrón, ha sufrido varios intentos de toma desde hace meses; el pasado 6 de mayo, 30 sujetos se hicieron del lugar
Vecinos de la parroquia San Pedro de Caracas han sido testigos de las situaciones que se han presentado alrededor del edificio Padrón, ubicado en la calle Internacional con avenida Victoria.
En el lugar donde operan cuatro empresas se presentaron hace días unos treinta sujetos, quienes se encerraron en el sitio e incluso se negaron a conversar con las autoridades.
Eduardo Martucci, director gerente de la empresa Industrial Power Lines, una de las afectadas por la toma, explicó que no ha sido la primera vez que ocurren hechos similares en esta sede.
Cuenta que han llevado su caso ante la Alcaldía de Caracas, ante la Dirección de Control Urbano y a la Síndico Procuradora, pero no han recibido respuestas concretas ni acciones que los respalden.
Desde el año pasado registran irregularidades. “Ante la ilegalidad de estas acciones, le dirigimos una comunicación al Fiscal General de la República, el 10 de diciembre del 2019, que fue sellada y recibida el 12, ahí está la cronología de los hechos y estamos esperando la designación de un fiscal especial para que investigue”, comenta Martucci.
Las otras empresas afectadas por la toma ilegal de las instalaciones son la Comercializadora Troya, dedicada a distribuir productos de limpieza. También está Diseños Vera Moda, una fábrica de carteras para damas, con treinta años en el mercado y confecciones Monel, dedicada a confeccionar morrales, koalas y material promocional para empresas. “Fui al Ministerio Público y no están trabajando. Tienen un abogado de guardia con quien estuvimos hablando un rato y me dijo que había que esperar a que saliéramos de la cuarentena para darle seguimiento a esta situación y que me recomendaba ir a la esquina de Ánimas, en la Oficina de Atención a la Víctima, para que denunciara la invasión puntal”, precisó Martucci.
Este paso fue cumplido, cuenta. “Se hizo una cola que tenía como unas 60 personas, en su mayoría mujeres y pasaron cerca de tres horas” para ser atendidos. “Están acabando con cuatro empresa productivas. Es difícil, pueden echar por la borda todo el trabajo de la vida de un grupo productivo de venezolanos”, agrega. “En mi empresa son siete personas afectadas, son tres muchachas que ensamblan y los técnicos que hacen control de calidad y la mano de obra de los directores gerentes”, informó.