Unas 25 mil viviendas del sector han sido visitadas por equipos de salud para tratar de contener el avance del covid-19. Baruta es la población con más casos detectados en el estado Miranda
“Ahí vienen los médicos cubanos”, se escuchó a lo lejos en Santa Cruz del Este, en el municipio Baruta, estado Miranda. Apenas el equipo de salud pisó la zona, junto con concejales, líderes comunitarios y efectivos de seguridad, los vecinos se asomaron desde sus balcones y puertas e, incluso, algunos los saludaron.
El ambiente de Santa Cruz del Este estaba tranquilo. Transitaban personas con bolsas de comida, uno que otro mecánico trabajando, los negocios sin personas acumuladas. Un clima un poco raro para quienes circulan en la zona diariamente. “Lo más difícil de cumplir la cuarentena es que aquí nadie está pendiente de eso, nadie se queda encerrado en su casa, y eso me asusta”, aseguró Johana Crespo, habitante de la zona.
Y sí, los vecinos volvieron a abrir una cancha que fue cerrada como método de prevención para evitar reuniones. Los fines de semana es común escuchar que hagan fiestas. Muchos salen a trabajar porque dependen del ingreso diario, o porque deben surtirse de agua o gas. Es uno de los muchos sectores populares en los que ha sido difícil mantener a las personas en sus casas.
La caminata siguió hasta un poco más abajo de la redoma Las Dalias, donde se instaló un punto de despistaje de covid-19. Ocho médicos cubanos de la Misión Barrio Adentro se dividieron en dos grupos. Uno, que se quedaría en la redoma para realizar los test rápidos, y el otro, que subiría casa por casa en búsqueda de pacientes. Solo tenían 60 pruebas, así que priorizaron a los adultos mayores de 60 años, personas con síntomas de covid-19 o que hubieran tenido relación con algún caso positivo. “Buenos días. Nosotros somos médicos y estamos haciendo los despistajes de covid-19. ¿En su casa vive algún adulto mayor o alguien con fiebre, gripe u otro síntoma?”, preguntó uno de los doctores luego de tocar la primera puerta. El médico llevaba un registro en el que anotaba cuidadosamente los nombres de todos los miembros de la familia, junto con el número de cédula y la edad. “Vivo con mi mamá y mi esposa. Solo somos tres y ninguno tiene síntomas. Mi mamá no se puede mover para llevarla hasta la redoma”, le respondió Ernesto Hernández, vecino de Las Dalias, y lo anotaron para pasar más tarde con test hasta su casa.
Hernández contó que, con el paso de los días, el encierro lo ha afectado mucho emocionalmente. Solo puede moverse si compra un poquito de gasolina, no tiene ni Internet ni señal de celular desde hace un año, el agua le llega con muy poca frecuencia, y su madre, de 80 años de edad, ha tenido episodios de nervios por el coronavirus. “Todo eso cansa. No es lo mismo vivir una pandemia aquí que en el primer mundo”, lamentó.
Los habitantes de viviendas que estaban más arriba se asomaban de reojo por la puerta, por un ladito de la cortina, como si estuviesen esperando que les tocara a ellos. Con cierto miedo, pero con receptividad, les iban abriendo. “¿Ustedes están haciendo las pruebas del coronavirus?”, preguntó una muchacha de 25 años, y les informó a los doctores que ella y su hermana tenían gripe. De inmediato, tomaron sus datos y les pidieron que se cambiaran de ropa y bajaran para hacerles los test rápidos. El bebé de la mayor también tenía gripe, pero preferían primero hacerle la prueba a la madre.
Una mesa de plástico, cuatro sillas y una cola de no más de 10 personas que esperaban por hacerse el examen. Una doctora tomaba la muestra, mientras que un doctor anotaba los datos de las personas. Por seguridad, les dieron prioridad a las muchachas que tenían gripe y a otros vecinos con síntomas como fiebre, para hacer el descarte.
Cuando se sentó la primera muchacha le pidieron nuevamente sus datos personales. La doctora ató un guante en su brazo, tomó un algodón, lo mojó con alcohol y se lo pasó por la vena. Abrió la prueba que venía con una aguja, y tomó la muestra de sangre. Luego la aplicó al test. “Espera 15 minutos y te decimos el resultado”. Arrojó negativo, igual que su hermana.
Más de cien
El segundo estado del país con más casos de covid-19 es Miranda, con 101 infectados, y precisamente Baruta es el municipio con más contagiados en esa entidad, con más de 30 infectados. Uno de los sectores afectados es Santa Cruz del Este; allí había nueve sospechosos y 29 personas en aislamiento hasta el pasado martes 12 de mayo.
La concejal del municipio Baruta Alessandra Sánchez comentó a un equipo periodístico del portal Crónica.Uno que cuando un caso da positivo en el test rápido, el paciente se traslada a un Centro Diagnóstico Integral (CDI) centinela, que por lo general es el que está ubicado en Hoyo de la Puerta. Allá se le termina de hacer el diagnóstico con una prueba PCR y una radiografía de tórax.
De confirmarse el positivo, la persona puede decidir si se queda en el CDI o prefiere trasladarse a una clínica privada para que le apliquen el tratamiento. Las familias de los casos sospechosos y positivos también se aíslan. En el caso de Baruta, los están trasladando al Hotel Paseo Las Mercedes durante 14 días.
Los trabajadores del CDI Hoyo de la Puerta también instalaron un módulo casi en la entrada de Santa Cruz del Este. Hicieron 60 pruebas y, para el mediodía, el reporte era que todos fueron negativos. “Desde que nos enteramos de que había un caso en el barrio nos dio un poquito de miedo y comenzamos otra vez a ser más estrictos con lavarnos las manos, desinfectar todo”, confesó Janny Cisneros, y consideró que quizás a eso se deba que haya menos gente en la calle durante la semana, pero los fines de semana sigue siendo normal escuchar que hagan fiestas. “Nosotros sí estamos resguardados, porque mi mamá es mayor y la tengo que cuidar”, sostuvo.
Para el mediodía, los despistajes se van terminando, los negocios de Santa Cruz del Este comienzan a cerrar, los vendedores informales recogen y suben a sus viviendas. Debería empezar el completo resguardo en casa, que es precisamente lo que las autoridades del municipio están tratando de llamar a los vecinos a que respeten.
RECUADRO
25 mil visitas
Hasta la fecha, han visitado a más de 25.000 habitantes del sector Santa Cruz del Este para realizar el despistaje. El equipo de salud ha trabajado en conjunto con Protección Civil Miranda, Protección Civil Baruta, Bomberos de Miranda, Policía de Miranda, concejales, jefes de comunidades, líderes de calle, y con la presidenta del Concejo Municipal, Georgette Topalián.
El alcalde Darwin González anunció que esta semana se desplegarían más puntos de control en el municipio para garantizar el cumplimiento de la cuarentena, y en las noches están haciendo jornadas de desinfección, que ya se cumplió en las calles Los Mangos, Trujillo, La Unión, y los callejones Santa Fe y San Rafael de Santa Cruz del Este.
Mariana Sofía G./Crónica.Uno