La crisis económica que venía atravesando la parroquia San Diego de Alcalá se agudizó con la cuarentena social por la pandemia de covid-19
El programa de alimentación que desarrollaba la parroquia eclesiástica San Diego de Alcalá en el municipio Lander, estado Miranda, fue suspendido debido a la merma de los ingresos durante la cuarentena social por la pandemia del coronavirus.
“Económicamente estamos en la carraplana, ya que las colaboraciones han disminuido casi en su totalidad, a excepción de algunos feligreses que aún cumplen con sus ofrendas”, reveló el párroco de la entidad, Gorgregory Oviedo, quien añadió que esta situación agravó la crítica crisis que venían padeciendo.
Oviedo acotó que el programa de alimentación llegaba al menos a 200 personas, entre niños y adultos mayores, cada fin de semana, y agregó que aunque algunos alimentos se siguen llevando hasta las casas de familia, la escasez de gasolina también ha limitado la distribución de alimentos.
Dijo además que en estos momentos la parroquia no posee los recursos para pagarles a los cinco trabajadores que laboran en el templo, entre obreros y personal administrativo, lo que incide a su vez en el mantenimiento de la infraestructura de la Basílica Nuestra Señora de la Coromoto.
A propósito de que la basílica permanece cerrada por la cuarentena, Oviedo señaló que continuaban llevando la palabra de Dios a través de la estación de radio Rumbera 106.9 FM, todos los días, a las 7:00 am, pero ahora tampoco lo podrán hacer, por el cierre de la emisora. “También estamos cumpliendo con el sacramento, la comunión y la unción de los enfermos, tal como lo recomienda la Conferencia Episcopal de Venezuela, siempre cumpliendo con las medidas de protección”, contó.
El párroco puso a la disposición de la feligresía la cuenta corriente número 01340989779891001591 de Banesco, a nombre de la parroquia San Diego de Alcalá, Rif. J-304625324, para quien desee colaborar con la parroquia eclesiástica.