“Los barrios de Venezuela de ven afectados por la decisión de AT&T y el cese de las operaciones de DirecTV en Venezuela, pues a simple vista se notan las antenas receptoras de la empresa que hoy ya está fuera del país”, reseña un reportaje de Noticiero Digital.
La parroquia 23 de Enero, en Caracas, es claro ejemplo de ello. En la mayoría de los bloques y barriadas a su alrededor, hay antenas al borde de las ventanas, apuntando a donde se posiciona el satélite de DirecTV que surtía de señal a los suscriptores venezolanos.
Incluso, en redes, ya comenzaron los memes. «Se vende budare de aluminio marca DirecTV», «cambio decodificador y antena de DirecTV por dos Harina Pan», entre otras sátiras se hallan en Twitter y Facebook, “desde el anuncio que desestabilizó al país esta mañana”.
AT&T decidió suspender las operaciones de su empresa en Venezuela por las sanciones de EEUU. De acuerdo a un comunicado explicativo, para que DirecTV pudiera funcionar, tenía que estar Globovisión y Pdvsa TV en la parrilla de programación, pero, están igualmente sancionados por el Departamento del Tesoro y transmitir sus señales, pudiera acarrear porque la empresa norteamericana sea sancionada también.
Ante ello y por evitar consecuencias, se optó por sacar la empresa de Venezuela. Esta decisión dejó alrededor de 700 trabajadores sin empleo.
DirecTV era la empresa de televisión por suscripción más contratada en Venezuela. Se habla de que al menos 10 millones de personas se verán afectadas, según cálculos del periodista Luis Carlos Díaz.
Históricamente, la televisión ha sido la principal distracción del venezolano. Y más en medio de la pandemia, ya que por el confinamiento, la mayoría de las personas optan por la TV cómo un método de hacerle frente al aburrimiento que produce la cuarentena.
De igual forma, muchos de los venezolanos prefieren sintonizar canales extranjeros, existiendo un perenne repudio hacia los nacionales. Así pues, se elimina el proveedor de servicios que más contenidos ofrecía a sus clientes. /ND