Miguel Ángel Poleo Reyes cumpliría su primer año de nacido el próximo 24 de mayo. Los presentes calificaron de negligente la acción, que también causó que otros niños resultaran afectados
Familiares del bebé fallecido en Chacao participaron de su sepelio este martes 19 de mayo, luego de que la autopsia confirma que la muerte fue causada por la aplicación de una vacuna el pasado 15 de mayo.
“¡Me mataron a mi niño con esas vacunas!”, expresó Cecilia García, abuela paterna del niño Miguel Ángel Poleo Reyes, en alusión a las dosis administradas durante una jornada que organizó la Gobernación de Miranda.
A manera de homenaje, los presentes en el velorio cantaban el tema Eran tres alpinos, una canción infantil con la que Miguel Ángel fue arrullado por última vez el pasado viernes.
Miguel Ángel Poleo Reyes cumpliría su primer año de nacido el próximo 24 de mayo. Los presentes calificaron de negligente el operativo médico, que causó que otras 33 personas resultaran afectadas en el operativo.
Claman por justicia
Cecilia García, abuela de Miguel Ángel, reveló que las vacunas fueron transportadas en una caja de cartón en lugar de una cava refrigerada, como lo exige el protocolo de higiene y seguridad para preservar la calidad de las dosis, e insiste en que a su bebé lo mataron.
La abuela pidió justicia para este caso, y solicitó a Héctor Rodríguez, gobernador de Miranda, que cumpla su promesa de hallar a los responsables de la muerte de su nieto. Por su parte, Rosa Virginia Reyes, madre de Miguel Ángel, acusó al personal que administró las vacunas de ser los responsables directos del hecho.
Según García, en la necropsia se halló daño en los pulmones y el cerebro. Aún esperan los resultados de las pruebas toxicológicas para determinar cuál componente de las vacunas causó la letal reacción del niño.
El Ministerio de Salud aún no ha aclarado a qué dependencias pertenecen los trabajadores implicados o si se trata de integrantes de la Misión Médica Cubana, como se especuló en redes sociales.
Los gastos funerarios fueron asumidos por la Gobernación del estado Miranda. El sepelio transcurrió con estricto apego a las medidas ordenadas para contener la pandemia del covid-19.