La crisis por la escasez de efectivo y el reclamo a la banca, por parte de los usuarios que durante la cuarentena han tenido dificultades sobre el uso de instrumentos financieros, son algunas de las situaciones que han sido puesta de manifiesto durante el confinamiento en Venezuela.
El portal especializado en finanzas Descifrado tuvo acceso a un documento elaborado por la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV) en el que plantean la posibilidad de activar algunas agencias bancarias.
«Especialmente en el corto plazo, se propone no abrir o, en todo caso, dar apertura puntual sólo a un número mínimo de oficinas a objeto de atender clientes específicos, en horarios limitados, lo que a su vez contribuye con el necesario ahorro de combustible que exige la coyuntura» detalla Descifrado.
Estudios indican que las agencias bancarias ocupan el tercer lugar en las fuentes de contagio de la COVID-19, por lo que la reabrir las 3.134 agencias a escala nacional, representaría la movilización de 46.000 empleados, lo cual incrementaría el riesgo en todo el país.
Igualmente la banca hace énfasis en las dificultades en el acceso a la gasolina, elemento que también haría cuesta arriba la movilización de los empleados.
La Asociación Bancaria de Venezuela (ABV) destaca en el documento para la consideración de Sudeban (ente supervisor) que actualmente el uso de los canales electrónicos es mayor que las operaciones en oficinas.
Para diciembre de 2019, las transacciones en oficinas representaron el 2,3% del total, mientras que por web fueron el 17,3%, puntos de venta 62,4%, pago móvil interbancario 13,1% y cajeros electrónicos 0,9%.
El tema de la escasez de efectivo circulante no se desarrolla en el texto y constituye una de las principales preocupaciones de los ciudadanos que aspiran a la apertura de las agencias, pues lo requieren principalmente para poder movilizarse.