Javier Tarazona, director general de FundaRedes, informó que durante los meses de enero, febrero y marzo de 2020, la “curva de la violencia” arrojó que se dieron en total 532 homicidios, de los cuales 189 fueron cometidos en Zulia, 169 en Bolívar, 111 en Táchira, 50 en Falcón, 3 en Amazonas y 10 en Apure.
Ante la Fiscalía del Ministerio Público en San Cristóbal del estado Táchira, directivos y activistas de FundaRedes consignaron un documento donde se recoge toda la data de criminalidad en las seis regiones mencionadas, para exigirle al estado venezolano que adelante las investigaciones, que presente los actos conclusivos y todo cuanto deben hacer de acuerdo con lo establecido en las leyes vigentes, para atender y esclarecer cada uno de estos casos.
La “curva de la violencia” también recogió datos de desapariciones y enfrentamientos armados.
Se documentaron 61 desaparecidos, y 151 enfrentamientos armados en ese mismo período de tiempo, con un alza en el mes de marzo, a pesar de las medidas de cuarentena y aislamiento social decretado en Venezuela para prevenir el covid-19.
Las alarmantes cifras del año 2020 superan en gran cantidad a las del año 2019 para el mismo período (enero, febrero y marzo), cuando FundaRedes documentó un total de 307 homicidios, 23 desparecidos y 99 enfrentamientos armados.
Tarazona indicó que, desde FundaRedes, una vez más se denuncia la violencia, en este caso que marca el primer trimestre del año 2020 en los estados fronterizos de Venezuela, aun cuando en varias ocasiones se ha alertado al Estado sobre la operatividad de grupos armados irregulares, mientras que la actuación de las Fuerzas Armadas es para facilitar el control de los territorios fronterizos a estas organizaciones criminales para el aumento de la violencia.
“Es increíble cómo en tiempo de cuarentena hay más casos de homicidios en zona fronteriza en manos de los grupos armados, que los fallecidos por la pandemia. Es lamentable como el cierre de los pasos formales entre los estados Táchira, Apure y Zulia con Colombia, se convirtió en el acelerador inmediato de la violencia en estas zonas limítrofes”, expresó el director general.