A la madre del privado de libertad le dieron cita para neumología con fecha del martes 26 de mayo. Sin embargo, ese día no fue llevado y perdió la cita médica. La fiscalía décima lleva el caso, “pero no ha logrado que Poliplaza garantice los derechos del recluso”.
El privado de libertad diagnosticado con tuberculosis y que se encuentra en condición crítica en la Policía Municipal de Plaza, en Guarenas, estado Miranda, perdió la cita médica que obtuvieron sus familiares gracias a la orden del tribunal que sigue su causa.
A su madre le fue asignada la cita en el área de neumología para el 26 de mayo, en el Hospital Dr Domingo Luciani de El Llanito. Sin embargo Poliplaza no realizó el traslado ese día. Sus familiares indicaron que en ese momento no habían podido contactar una ambulancia.
Tras perder la cita, la madre y la tía del recluso Ángel Lasso Ávila acudieron a la fiscalía décima del Ministerio Público en el estado Miranda, con competencia en derechos humanos. La fiscal auxiliar interina Belén Zolórzano atendió el caso y ordenó el traslado del privado al referido hospital.
De acuerdo con el relato de sus familiares, los dos efectivos de Poliplaza a cargo de la custodia de los calabozos, identificados con los apellidos Padrón y Marrero se comprometieron a buscar una nueva cita.
“Dijeron que lo llevarían este martes dos de junio, que ya tenían la cita y la ambulancia, pero nunca nos mostraron el papel con la cita firmada y sellada por el médico. Cuando llegaron al hospital, les notificaron que no aparecía su nombre en las citas del día de hoy (2 de junio), manifestaron entre lágrimas las dos mujeres, desesperadas por la delicada condición de salud de Lasso.
Las mujeres agregaron: “enseguida llamamos a la fiscal, quien pidió que se buscara al médico y que al verlo determinará si lo podía evaluar, pero ellos (los funcionarios se Poliplaza a cargo del traslado) no quisieron esperar y lo devolvieron enseguida. Nos hicieron perder el tiempo y se volvieron a burlar de nosotros”.
Situación de Ángel Lasso
El recluso de 25 años de edad fue diagnosticado con tuberculosis por los médicos forenses del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) en diciembre de 2019, dos años después de haber sido detenido por efectivos de Poliplaza y permanecer en sus calabozos.
Apenas en abril comenzó a recibir el tratamiento farmacológico para su enfermedad, gracias a las denuncias públicas en medios de comunicación hechas por sus familiares. En estos seis meses desde su diagnóstico, ha perdido entre 35 y 40 kilos de peso. Hace dos meses dejó de caminar y tras permanecer tanto tiempo acostado tiene escaras en la espalda y una llaga en un costado. Tampoco controla esfínteres.
Presenta dificultades respiratorias. “Se ahoga y casi no puede hablar. Yo quiero que, si mi hijo se va a morir, que tenga una muerte digna, como un ser humano y no tirado en ese piso y sin la atención médica que merece”, exclamó su madre.
A ella se le permite el ingreso diariamente para asearlo y alimentarlo. Lasso le indicó recientemente a su madre que desde el miércoles 27 de mayo no le están suministrando las pastillas de su tratamiento médico, que fueron obtenidas gracias a las gestiones de la diputada Zulmy Orozco, a quien los familiares de Lasso agradecen por la ayuda prestada.
“Estamos a la espera de lo que nos diga la fiscal que lamentablemente no ha podido lograr que Poliplaza le garantice sus derechos. Si tenemos que volver a sacarle la cita, lo haremos, pero pedimos que los funcionarios cumplan con el traslado a tiempo para que sea atendido. Tenemos miedo por su vida”, concluyeron
Lidk Rodelo