Pese al llamado a la “cuarentena estricta” desde este lunes 8 de junio a la que llamó la administración del presidente Nicolás Maduro, los vendedores informales en Catia y Quinta Crespo salieron a trabajar en las calles con normalidad.
A primeras horas de la mañana, la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez; los ministros de la Defensa y Relaciones Interiores, Vladimir Padrino López y Néstor Reverol, anunciaron un despliegue de funcionarios de cuerpos de seguridad y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para hacer cumplir los siete días de confinamiento que corresponden a esta semana, dentro del esquema 7×7 (siete días de flexibilización y siete días de cuarentena) por la pandemia del covid-19.
Pero el panorama en Catia y Quinta Crespo era de personas ofreciendo productos en las calles. El llamado de los funcionarios no fue impedimento para que los habitantes de Catia pudieran hacer sus compras en el boulevard. En el sector Pérez Bonalde, los vendedores ofrecían desde un kilo de leche en seis dólares a tres pares de media por un dólar.
También ofrecían diferentes marcas de harina de maíz precocida en precios que iban desde los 190 mil hasta los 250 mil bolívares.
En la zona oeste de Caracas, Catia es una de las comunidades más grandes de la capital venezolana. En abril se trató de imponer un pase de movilidad para restringir la salida de personas de sus diferentes comunidades. Pero la realidad en las calles es otra.
Este lunes 8 de junio, a partir de las 10:20 de la mañana, los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en la zona comenzaron a levantar a quienes expendían sus productos. Al menos eso intentaba una mujer policía. Con la bocina de una moto inició el llamado para el cierre de los establecimientos. Pero una hora después los vendedores seguían en el bulevar.
Mucho movimiento
Aunque en el centro la presencia de personas era menor, por las calles de Quinta Crespo la proliferación de vendedores informales era significativa. En los alrededores del mercado de este sector caraqueño, las ventas de frutas y verduras eran el panorama general.
Algunos cajeros automáticos tenían pocos usuarios en búsqueda de dinero en efectivo, toda vez que la banca, como otros nueve sectores de la economía venezolana, están de cuarentena hasta el domingo 14 de junio.