Los habitantes de la zona salieron a la calle para reclamar la falla del servicio de agua y realizaron un cacerolazo, el pasado domingo. Al final de la jornada les enviaron camiones cisternas
Residentes de los edificios de El Silencio trancaron la entrada hacia la avenida San Martín, en el municipio Libertador, el pasado domingo, 7 de junio, para exigir a la empresa Hidrocapital que surta de agua al sector; también hicieron un cacerolazo. Denunciaron que tienen 15 días que no reciben el servicio por las tuberías.
Desde el comienzo de la cuarentena decretada por el presidente Nicolás Maduro, para prevenir la propagación del covid-19, vecinos de El Silencio, Los Mecedores, Quinta Crespo, La Pastora y Caricuao han denunciado severas fallas en el servicio. Han salido con pancartas a protestar porque el agua no llega a sus hogares; funcionarios de Hidrocapital les han respondido con el envío de cisternas.
En la protesta de El Silencio, uno de los vecinos manifestó que tiene información de que hay varios casos de covid-19 en la parroquia San Juan, y hay zonas que llevan más de un mes sin agua, pese a que una de las recomendaciones para evitar el contagio es lavarse las manos por 20 segundos.
“Tienes una semana diciendo por el grupo que el agua va a llegar y no llega nada”, le reclamó una de las afectadas a quien presuntamente es una de las representantes del consejo comunal de la zona.
Los manifestantes denunciaron que unas personas encapuchadas intentaron amedrentarlos y los amenazaron con quitarles el beneficio de la caja de alimentos distribuida por el Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP).
El sábado 6 de junio, vecinos de la UD-3 y UD-4 y UD-6 de Caricuao protestaron por la falta del servicio. Pocos fueron los edificios de esta zona residencial del oeste del municipio Libertador que recibieron agua durante la semana debido a la rotura de un tubo en la avenida principal de La Hacienda.
Los vecinos de Caricuao exigieron a Hidrocapital que normalice el suministro, debido a que el país está enfrentando una pandemia. Como respuesta, el gobierno envió varios cisternas para llenar los tanques de algunas torres.
Al sitio llegaron funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y un equipo antimotín de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para intentar mediar en la situación. Los manifestantes, sin embargo, continuaron exigiendo la restitución del servicio.