«Si yo viera que un momento determinado mis esfuerzos o mi compromiso fueran inútiles, yo no tendría problema en renunciar», ratificó en entrevista el dirigente político, uno de los fundadores del Movimiento al Socialismo, MAS
«El tema de la confianza no está en el CNE, ni siquiera en la presencia mía ahí. El tema de la confianza está en la condiciones electorales que sean pactadas, acordadas y anunciadas al país».
Así lo dijo el vicepresidente del Consejo Nacional Electoral, Rafael Simón Jiménez en entrevista a Shirley Varnagy en el circuito Onda, de Unión Radio.
Designado como nuevo rector del Poder Electoral por el Tribunal Supremo de Justicia, en medio de un torbellino político con la oposición dividida entre el G4 y la mesa de diálogo nacional, Jiménez integra la nueva directiva del CNE con Indira Alfonzo, José Luis Gutiérrez, Gladys Gutiérrez y Tania D’Amelio.
El nuevo rector ratificó lo dicho la pasada semana, cuando su nombre sonaba para integrar el nuevo Poder Electoral: «Si yo viera que un momento determinado mis esfuerzos o mi compromiso fueran inútiles, yo no tendría problema en renunciar (…) Voy en sacrificio de mi tranquilidad porque creo en la vía electoral».
Considera que en la actualidad «la institución del voto está muy lesionada». En este sentido reiteró su compromiso de «equilibrar toda la estructura del CNE dándole a la oposición acceso a unos sitios que hasta ahora le habían sido negados».
Reconoció que la clave en el manejo del CNE es la Junta Nacional Electoral. «La junta Nacional es el corazón del sistema electoral, es la que organiza las elecciones, ahí nunca la oposición ni cuando tuvo dos rectores pudo entrar y ahora estamos representados. La idea es reequilibrar la estructura (…) que todas las direcciones tenían dos cabezas, es una manera de control interno».
Señaló que dentro del Poder Electoral hay tres organismos fundamentales en su funcionamiento: la Junta de Participación Política, la Junta de Registro Civil y la Junta Nacional.