WASHINGTON. La muerte de un hombre negro a manos de un policía blanco en Atlanta sumó combustible al acalorado debate en Estados Unidos sobre el racismo sistémico, provocando nuevas manifestaciones en las calles y la renuncia de la jefa policial de la ciudad.
Este lunes, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aceptó la propuesta de los países africanos de organizar un debate urgente el miércoles sobre racismo y violencia policial.
La muerte el viernes de Rayshard Brooks, de 27 años, por un disparo de la policía, ocurre en medio de una ola de protestas y disturbios que sacude a Estados Unidos y varias partes del mundo tras la muerte el 25 de mayo del afroestadounidense George Floyd víctima de la brutalidad policial mientras era detenido.
La oficina forense de Atlanta calificó el domingo de homicidio el fallecimiento de Brooks.
El local de la cadena Wendy’s, afuera del cual ocurrió el hecho, fue incendiado el sábado mientras centenares de personas se manifestaron en la capital del sureño estado de Georgia, bloqueando una autopista.
La alcaldesa Keisha Lance Bottoms, cuyo nombre suena como posible candidata para acompañar al candidato presidencial demócrata Joe Biden, anunció el sábado la renuncia inmediata de Erika Shields, que dirigía la policía de Atlanta desde diciembre de 2016.
«No creo que esto haya sido un uso justificado de la fuerza», dijo Bottoms.