La Compañía de Jesús en Venezuela no aprobó los términos peyorativos utilizados por el religioso afecto al chavismo. La congregación dijo que ofendió la dignidad humana de los connacionales que regresan en condiciones irregulares debido a los controles desmedidos impuestos por el gobierno de Maduro
El sacerdote Numa Molina generó rechazo al calificar de bioterroristas a los migrantes venezolanos que ingresan al país a través de las trochas. Se alineó con la postura del régimen de Nicolás Maduro, que acusa al gobierno de Colombia de usar a los retornados para propagar en Venezuela el covid-19.
“Un trochero infectado es un bioterrorista que te puede quitar la vida a ti y a tus seres más queridos. Entren por los pases autorizados, bienvenidos a su patria pero sométanse a la cuarentena, no vengan a infectar a los venezolanos“, escribió el sacerdote en Twitter.
Luego de las críticas que generaron sus comentarios, el sacerdote chavista hizo otras publicaciones en las que intentó remediar la situación:
“¿Qué es mejor, entrar por las trochas corriendo peligros o entrar legalmente por los puntos de control? Tú no sabes si estás infectado o no, y si lo estás te conviertes en arma letal sin saberlo para muchas personas comenzando por tu familia que te espera”.
Y aclaró además que usó la “metáfora de bioterrorista” sin la intención de sugerir que los venezolanos tomaron un arma biológica conscientemente para causar la muerte de otros. “Pero tu sola intención de ingresar al país sólo por resolver tu problema de ingreso sin pensar en los demás es ya peligrosa”, agregó.
El gobierno de Maduro estableció en los pasos fronterizos puntos de control para recibir a los connacionales: les hacen las pruebas para descartar el contagio de covid-19 y luego los envían a los temidos centros de aislamientos, en donde deben pasar dos semanas.
Pero las denuncias sobre estos lugares son abrumadoras: en muchos casos no cuentan con agua ni les garantizan la alimentación adecuada. Además, los ciudadanos han asegurado que pasaron más del tiempo estipulado en aislamiento, acompañados de las precariedades.
Estas razones llevan a gran cantidad de venezolanos a burlar el cerco epidemiológico ingresando a través de los pasos ilegales. A quienes los ayudan a cruzar se les conoce como trocheros, pero el régimen comenzó a llamar también así a los retornados.
La Compañía de Jesús en Venezuela emitió un comunicado en el que manifestó su rechazo a los términos peyorativos utilizados por el religioso. Afirmó que Molina ofendió la dignidad humana de los venezolanos que regresan al país en condiciones irregulares debido a los controles desmedidos impuestos por el régimen.
“Bendito sea Dios y alabado sea nuestro Señor por la respuesta institucional y posición justa del padre provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela después de la barbarie expresada por el enchufado Numa Molina. Debería ser expulsado o con destino a una provincia remota en Asia“, manifestó el padre José Palmar.
“Me uno a la indignación generalizada ante las declaraciones anticristianas e inhumanas del padre Numa Molina sobre nuestros retornados. Y exijo que las autoridades eclesiásticas del país tomen posición pública. La Iglesia no puede callar ante tanta maldad, de otro modo será cómplice“, dijo también Alexander Campos, profesor de la Universidad Central de Venezuela.