La presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Capital, Ana Rosario Contreras, denunció que, en algunos casos, las enfermeras no han contado con pruebas rápidas o nunca recibieron el resultado de sus pruebas moleculares
El Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Capital contabiliza al menos siete enfermeras fallecidas y 80 enfermeras con cuadro clínico que sugiere que tienen covid-19, según afirmó este miércoles 5 de agosto su presidenta, Ana Rosario Contreras.
“Ayer se contabilizaban más de 80 enfermeras con clínica sugestiva a covid-19. Esto es grave, porque si algo ha hecho énfasis la Organización Mundial de Salud (OMS) es que los Estados deben darle prioridad a la preservación de la vida y la salud de trabajadores prioritarios en primera línea de atención”, dijo Contreras durante una rueda de prensa virtual.
La presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Capital expresó asimismo que, en algunos casos, las enfermeras no han contado con pruebas rápidas o nunca recibieron el resultado de sus pruebas moleculares (PCR, reacción en cadena de la polimerasa), y por esta razón afirma que se trata de clínica sugestiva, como en el caso de la enfermera Keila Molaya, quien falleció en el estado Zulia, pero “nunca le llegó el resultado de la PCR” y por eso no entró en las estadísticas.
La dirigente señaló que cada día aumenta el número de profesionales de la salud contagiados, debido a que algunos centros dotan a los trabajadores con mascarillas artesanales o piden al personal reutilizar los equipos de protección. Resaltó que algunas enfermeras están aisladas en sus hogares y otras, algunas del hospital Victorino Santaella de Los Teques, están en hoteles. “Los equipos son para recambio diario, las mascarillas no pueden ser reusadas por una semana como se pretende hacer porque eso exponenciaría el riesgo y eso está pasando en nuestros hospitales”, agregó.
No hay suficientes pruebas
Igualmente indicó que en todo el país no hay suficientes pruebas rápidas para diagnosticar covid-19. Afirmó que algunos trabajadores de salud, que deberían someterse a pruebas con regularidad para descartar el contagio, han pasado hasta cuatro meses sin aplicarse pruebas. “No hay pruebas rápidas en el país. Si algo debemos tener es la seguridad de que no estamos contagiados para apoyar nosotros como elementos de atención y no como elementos propagadores de este virus”, destacó. “Los invito a que traten de buscar un prueba en cualquier parte del país para que vean que esto es así”.
Contreras aseguró que no es momento de paralizar las actividades, pero recordó que los trabajadores todavía perciben bajos sueldos y están más expuestos por la crisis hospitalaria del país y el incumplimiento de protocolos mundiales. Destacó que en hospitales como El Algodonal, los cadáveres de las personas con covid-19 han permanecido hasta 42 horas sin ser levantados.
“En vez de llevar alimento podemos llevar una carga viral que comprometa la salud de nuestros familiares”, añadió.
RECUADRO
Las Cabañas en mal estado
El centro de aislamiento ubicado en el Motel Las Cabañas de Guatire, estado Miranda, no se encuentra en óptimas condiciones debido al mal estado de sus instalaciones.
Una persona que cumple aislamiento en dicho motel, quien pidió no ser identificada, denunció que la habitación donde se encuentra no tiene agua, los baños están sucios y las camas no tienen sábanas.
Asimismo, indicó que las comidas se las dan tarde, el desayuno casi al mediodía; el almuerzo a las 4:00 pm, y la cena, en algunas oportunidades, pasadas las 10:00 pm.
Este ciudadano, quien se encuentra cumpliendo su protocolo de aislamiento por 15 días, dice que le informaron que sus familiares tenían que llevarle todo, hasta una pimpina para poder cargar agua, lo que puede hacer solo en horas de la mañana.
Por tal motivo pide a las autoridades sanitarias tomar cartas en el asunto, con el fin de darles un trato más humano debido a que se encuentran en aislamiento absoluto y muchos de ellos, por la situación económica del país, no cuentan recursos suficientes para cubrir los gastos que acarrea su estadía preventiva en ese lugar.
Mariana Souquett Gil/Efecto Cocuyo