Los miembros de la Milicia Bolivariana tomaron la sede del Mercado Municipal de Maiquetía, así como de otros locales comerciales, principalmente en los establecimientos grandes, cadenas de supermercados o tiendas de departamento que funcionan en el litoral central venezolano
Una cola, no muy larga, se forma frente a la entrada del Mercado Municipal de Maiquetía. En la puerta, tres milicianos, un hombre y dos mujeres, piden el número de cédula de identidad para permitir el acceso. Hay quienes explican que van a conversar con alguien o a buscar un encargo, pero los uniformados se mantenían firmes y negaban el acceso a quienes presentan cédulas que no terminaran en 3 o 6, los dos números permitidos para los días jueves, según el decreto regional 047-2020 suscrito por el gobernador de La Guaira, Jorge Luis García Carneiro, como medida para controlar la cantidad de varguenses en centros concurridos y evitar la propagación del covid-19.
El control visto en el mercado de Maiquetía este jueves 6 de agosto también se observó en otros locales comerciales, principalmente en los establecimientos grandes, cadenas de supermercados o tiendas de departamento que funcionan en el litoral central venezolano. En todos, hombres y mujeres integrantes de la llamada Milicia Bolivariana, eran los encargados de hacer cumplir la norma. “Quería aprovechar que me pagaron un dinero para comprar una comida en Traki en Maiquetía, porque estaba más barato. Pero no me dejaron entrar. Me toca es el domingo nuevamente y, por lo general, los locales están cerrados ese día. No queda de otra sino volver con las manos vacías”, se quejó Eurídice López en la plaza Lourdes de Maiquetía.
En locales más pequeños, los propietarios indicaron a los compradores la importancia de respetar la compra por el número de cédula. Sin embargo, expresan que a la clientela fija y a quienes se acercaban era muy difícil decirles que no compraran. “Allí llegó una señora que se va a llevar pañales y leche. Hoy no es su día de compra, pero igual ya vino hasta Maiquetía. Claro esto lo hago bajo cuerda y que no estén los milicianos, porque si no me van a multar”, explicó el comerciante, que solicitó no ser identificado.
En los cascos comerciales de Maiquetía y Catia La Mar se observó que los comerciantes aún se adecúan a la medida, colocando en las entradas de sus establecimientos los cartelones con las fechas de compra por terminal de cédula y la copia del decreto 047-2020, suscrito el 31 de julio y que entró en vigencia desde el 1º de agosto.
Los compradores tienen posturas diversas sobre el decreto. “A mí me toca comprar hoy y la plataforma del banco está caída y no tengo cómo pagar. Esto lo que me genera es más angustia. Para mí esta no puede ser la solución”, expresó Miriam Rojas en un establecimiento de víveres en la avenida El Ejército de Catia La Mar. “Desde que pusieron esto de la cédula veo menos gente en la calle. La gente debe saber que ese virus es peligroso. Hay que organizarse para salir lo menos posible de su casa y garantizarse salud. La gente no hace caso y por eso hay que tomar estas medidas, que perjudican a algunos, pero al final es por nuestro bien”, comentó Juan Sandoval.
Nadeska Noriega/El Pitazo