LA PAZ. Bolivia vivió este jueves doce días continuos de protestas sociales contra el aplazamiento de las elecciones, pese a los intentos desde el ámbito político para que el 18 de octubre sea la fecha tope e inamovible.
Las protestas de quienes bloquean carreteras, a las que se siguen sumando distintos colectivos, se mezclan con las de quienes se quejan por verse afectados por estas movilizaciones, que perjudican el abastecimiento de insumos médicos y de alimentos.
Una concentración de profesores del área rural bloqueó durante horas la principal carretera entre La Paz y la vecina ciudad de El Alto, en la que este colectivo, descontento por el cierre anticipado del curso ante la pandemia de la COVID-19, decidió sumarse a los bloqueos exigiendo que las elecciones sean el 6 de septiembre como estaba antes previsto.
Además de reclamar ahora también la renuncia de la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, declaró a EFE el profesor y representante sindical de este colectivo Miguel Daza.
A las movilizaciones convocadas por la Central Obrera Boliviana y sindicatos de campesinos, entre otros, se ha sumado también colectivos como mineros y ahora también profesores.