@diegokapeky
Un 14 de agosto nació en Maracaibo una niña en medio de una tempestad. Entre truenos y relámpagos, su madre Ana dio a luz a quien posteriormente se convertiría en una gran estrella. Su verdadera edad es un misterio, pero lo cierto del caso es que Lila Morillo ha burlado el paso del mismo y se mantiene hermosa y en plenitud de sus facultades.
Su autenticidad y desparpajo, amén de esa identificación con su pueblo y extraordinario talento, hace que su cumpleaños sea siempre celebrado y comentado. Ella disfruta de cada uno de las hipótesis y conjeturas que se tejen y se han tejido a lo largo de su exitosa y escandalosa vida, esa que también ha sido reseñada en medios nacionales e internacionales desde sus inicios artísticos de la mano de Mario Suárez. La ex de “El Puma”, la madre de Liliana y Lilibeth, la abuela de Galilea, la maracucha de oro, o simplemente Lila Morillo, es y será referencia obligada de un país llamado Venezuela y para muchos es la octava estrella de nuestra bandera, mucho antes que el fallecido Hugo Chávez le colocara a nuestro emblemático e histórico símbolo patrio una estrella adicional…
Es considerada la voz más afinada del país y también ganó dicha distinción en Latinoamérica en la década de los 80, junto a la argentina Valeria Lynch.
Lila Morillo comenzó su carrera desde muy niña en su natal Maracaibo. De la mano de Mario Suárez recorrió países como México, Cuba, Argentina, Colombia y Estados Unidos. En México fue todo un suceso cantando más de tres meses en el teatro Blanquita de ese país. Fue la primera artista en colocarle brillo y lentejuelas al traje llanero. En nuestro país fue la cantante más vendedora de discos en su momento y hoy continúa siéndolo, tanto que su producción doble en conmemoración a sus más de cinco décadas en la música no se encuentra en los anaqueles de las discotiendas y eso que el sello Velvet de Venezuela sacó varios tirajes del mismo.
Sus emblemáticos temas: El Cocotero, Fuego Lento, Tres meses de vida, Le regalo a su hijo señora, Fichas Blancas, Alfonsina, Propiedad Privada, No es mejor que yo, La Alondra, No amor no, La jaula de oro, El moñongo y un largo etcétera, hablan del legado y trayectoria de esta popular estrella venezolana.
Actriz, cantante y compositora, amén de haber sido protagonista de exitosas y emblemáticas novelas como: María Merce La Chinita, La Doña, Estación Central, Cuartos Separados, La otra historia de amor, junto a
Joselo, Indocumentadas, Viva La Pepa, Cosita Rica y Macarena y de películas como; Isla de Sal, Poder Negro, El Reportero y Twist y Crimen.
Más que plumas, despecho y lentejuelas…
Lila se considera una fiel exponente del despecho y el melodrama, del cual ha sacado partido a lo largo de toda su vida personal y profesional. Cada 28 de mayo se celebra en Miami el día de Lila Morillo, ha sido ganadora de todos los premios existentes en el país y en la ciudad de New York, fue galardonada con el prestigioso premio ACE. Discos de Oro y Platino avalan su discografía, donde ha grabado más de 60 producciones que van desde la música venezolana, el bolero ranchero, la gaita y la balada desgarradora. Fue la reina de la rocola en Latinoamérica en las décadas de los 60, 70 y comienzos de los 80. Rocolera, cebollera –como se le decía en Argentina-, melodramatica y apasionada, Lila ha escrito una historia y ha dejado huella imborrable de generación en generación, las cuales admiran y critican con la misma pasion a una mujer que nació para ser estrella. Una estrella única e irrepetible.
Mujer rating….
Es la cantante con más presentaciones en el maratónico espacio de Venevisión “Súper Sábado Sensacional” y tuvo estelares actuaciones en el magno evento de la belleza criolla, “Miss Venezuela”, en las ediciones: 1985, 1991, 2004 y 2010.
“No me molesta que me llamen rocolera o diva”
¿Sexy o ingenua?
“Sexy he sido y lo he explotado siempre, pero acompañado de los dones que Dios me dio y los cuales les he regalado al público. Se puede ser sexy sin estar desnuda. Ingenua no tanto-risas-la ingenuidad en este medio no funciona. Yo he sido honesta, entregada, pero ingenua no”
¿Y diva?
“Si exigir respeto y ser respetuosa es ser diva, entonces lo soy, pero yo no me considero diva, aunque no me incomoda que me llamen de esa forma”
¿Y rocolera?
“Menos, soy y he sido siempre la reina del despecho y a mucha honra, en Argentina me decían “cebollera” y eso no es una ofensa. El despecho existe y todos lo hemos vivido en algún momento, lo que pasa es que yo lo he explotado en mis canciones y eso ha sido parte de mi sello y de mi éxito”
“Me han abierto más que a un libro”
Mucho se ha escrito sobre sus operaciones:
¿Llevas la cuenta de las cirugías a las cuales te han sometido?
“Han sido muchas, desde pequeña comenzaron las operaciones y no han parado. A mí me han abierto más que a un libro, pero no todas han sido cirugías estéticas, si no por cuestiones de salud. Ese es otro mito que han creado sobre Lila Morillo. Uno como artista se debe a un público y a ese público le gusta vernos siempre bonitas para ellos. El tiempo no perdona,
pero uno cuidándose, amándose y consintiéndose puede jugar con el tiempo y hacerlo su aliado. Mi raza maracucha me ayuda, además siempre lo he dicho; Yo soy un milagro de Dios”
Coordenadas de Lila Morillo
Twitter: @LilaMorillo
Instagram: @Elcocoterodelila