“No quedé en ninguna de las carreras que deseaba, ni en la primera, ni en la segunda oportunidad. Finalmente, ingresé a la página a ver los resultados definitivos y me encontré que había quedado en una carrera que ni siquiera seleccioné”, aseguró Rosa Pérez, tras revisar la asignación de cupos del Sistema Nacional de Ingreso (SNI) a las universidades
Rosa Pérez, de 17 años de edad, revisó los resultados de la asignación de cupos a las universidades que dio el Sistema Nacional de Ingreso (SNI) de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) el pasado sábado 15 de agosto. Pero no quedó satisfecha.
“No quedé en ninguna de las carreras que deseaba, ni en la primera, ni en la segunda oportunidad. Finalmente, ingresé a la página a ver los resultados definitivos de la OPSU y me encontré que había quedado asignada en una carrera universitaria que ni siquiera seleccioné”, dijo Pérez.
Ese día, ella y otros bachilleres manifestaron su descontento por las redes sociales. Algunos escribieron que fueron asignados en opciones que no son de su interés, diferentes de las que seleccionaron; otros, que sí lograron un cupo, fueron ubicaron en lugares lejanos a sus residencias.
Pérez dice que cumplió con todas las fases del cronograma del SIN. Del 24 junio al 7 de julio, el aspirante debía hacer el registro de datos personales, socioeconómicos y la selección de opciones a carreras. El proceso se prorrogó una semana más. Sus opciones fueron Nutrición y Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela y en la Universidad de los Andes.
Cuando el SIN publicó el índice de notas y referencia para la carrera que cada estudiante optó, Pérez modificó sus opciones de estudios. “Mi promedio (16 puntos) no estaba dentro del índice de esas universidades”, dice. Así que cambió a Comercio Exterior en la Universidad Simón Bolívar (USB) y en la Escuela de Hacienda. Además de Comercio Internacional, también en la USB. “En la segunda ronda sí cumplía con los índices que pedían”.
El sábado 15 de agosto supo que fue asignada para estudiar Educación Preescolar en la Universidad Simón Rodríguez en el núcleo de Palo Verde. “No es la carrera que deseaba y ni está cerca de serlo”, manifiesta. Pérez está en lista de espera: en Comercio Exterior dieron 104 cupos, ella está en el puesto 150. “De resto, he quedado hasta en la posición 3.000”.
Pérez buscará otras opciones. Ha pensando en una universidad privada. Su ilusión era una pública, pues eso sería un alivio económico para sus padres. “Por ahora debo conformarme a estar sin estudiar indefinidamente, debido al covid”.
A muchas de sus compañeras de bachillerato de una escuela privada en La Guaira también les sucedió que no fueron asignadas en lo que deseaban. Otras no fueron seleccionadas o tuvieron que registrar carreras cuya demanda es baja para obtener un cupo.
Trómpiz aseguró el pasado lunes en una declaración a Venezolana de Televisión (VTV) que 70 % de los aspirantes fueron asignados a su primera y segunda opción que seleccionaron. “El resto (30 %), que no utilizó su fase de modificación de opciones, fue asignado territorialmente, socioterritorialmente, a las universidades más cercanas según su promedio académico”.
Con estos resultados, señaló Trómpiz, se “logró la inclusión del 100 % de los bachilleres que demandaron cupos a través del Sistema Nacional de Ingreso”. Este año se inscribieron 359.145 bachilleres que estaban graduándose de Media y Educación Técnica, según datos del Ministerio de Educación Universitaria. De esos, explicó Trómpiz, 39.338 optaron por solo tener la certificación: “Lo que significa que son postulados a la educación privada, militar o policial, educación especializada, entre otros”.
Este año escolar 2019-2020 egresaron 393.635 bachilleres, señaló Aristóbulo Istúriz, ministro de Educación. Es decir, unos 34.481 no atendieron al registro del SIN. El año pasado, el coordinador del Programa Nacional de Ingreso de la OPSU, Jesús Rivas, dijo que se habían inscrito 460.000 jóvenes en el SIN.
Pese a los datos de las autoridades, la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi 2019-2020) reveló que en cinco años la cobertura educativa en el sistema universitario ha caído a la mitad. En el grupo de personas en edad escolar (18 a 24 años), el porcentaje de población atendida se redujo significativamente: en 2014 era de 47 %, cinco años después, se ubica en 25 %.
La población en el país con 18 a 24 años de edad alcanza los 3.136.000 personas. De estas, solo 775.000 asisten a la universidad. Es decir, más de 2,2 millones se han quedado por fuera del sistema universitario.
RECUADRO
Clases a distancia
El ministro de Educación Universitaria, César Trómpiz, reiteró que las universidades del país iniciarán en septiembre un nuevo período académico con clases a distancia.
En un contacto con VTV, indicó que esa metodología pretende “garantizar la vida de la juventud”, así como el derecho a la educación durante la pandemia del covid-19.
Aseguró que el plan Universidad en Casa, creado por el gobierno del presidente Nicolás Maduro, permitió a los estudiantes universitarios del país la prosecución de sus distintas carreras.
Sin embargo, también dio méritos a “los grandes sacrificios y esfuerzos” que tuvieron que hacer profesores y alumnos, a través de la aplicación de estrategias multimodales de intercambio vía WhatsApp, Telegram, mensajes de textos, llamadas y correos electrónicos.
Carmen Victoria Inojosa/Crónica.Uno