El conjunto alemán ganó 3-0 ante el Lyon francés y se metió en la final de la Champions League, con un doblete del delantero Serge Gnabry más aporte del goleador Robert Lewandowski
El Bayern Múnich continuó su travesía triunfal en la Liga de Campeones y batió por 3-0 al Lyon en semifinales con un estelar Serge Gnabry, autor de un doblete, este miércoles en Lisboa, para citarse en la final del domingo con el París Saint-Germain.
Con el punto de frescura perfecto, tras vacaciones y pretemporada orientada a esta atípica ‘Final 8’ -sede única y eliminatorias a un partido-, el Bayern Múnich funcionó como un reloj, con un Gnabry decisivo (18 y 33) y un Robert Lewandowski que por fin marcó en Lisboa, de cabeza en el 88.
Campeón de Liga y Copa en Alemania, con una racha de 29 partidos sin derrota -28 victorias y un empate-, el Bayern está a 90 minutos de lograr el triplete. Sería el punto culminante de una espectacular temporada en la Champions, en la que ha arrasado en la fase de grupos y en las eliminatorias (7-1 al Chelsea en octavos -en dos partidos- y 8-2 al Barcelona en cuartos -en uno-).
El equipo francés, séptimo en su liga pero verdugo de la Juventus en octavos y del Manchester City en cuartos, no pudo continuar su epopeya, a pesar de que su estado de euforia le permitió disponer de un par de balas en el primer cuarto de hora. «Salimos con la cabeza alta, estoy orgulloso de todos. Contra un equipo mejor, hay que aceptarlo. Hay una diferencia, sobre todo económica», señaló el director deportivo del Lyon, el brasileño Juninho.
Con un Bayern todavía dormido, el Lyon, atrevido y directo, estuvo cerca de dar el golpe. En el 4, Thiago Alcántara falló un pase en la medular, y Maxence Caqueret lanzó a Memphis Depay, que incluso llegó a superar a Manuel Neuer antes de disparar al exterior de la red.
Luego llegó el turno de su otro delantero, el camerunés Karl Toko Ekambi, rápido al espacio y que se encontró con el poste tras un rechace (17).
Un minuto después el Bayern zanjó el debate con un puñetazo en el tablero. Gnabry recibió en el flanco derecho, sin aparente peligro, pero se fue como una flecha hacia la frontal y soltó un cañón a las mallas.