Unos 12 mil docentes ya han manifestado su intención de quedarse en casa y no retornar a las aulas si no hay un reajuste salarial acorde a la hiperinflación que afecta al país
La secretaria de contratación colectiva y reclamos del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital, Gricelda Sánchez, reveló este lunes 24 de agosto que más de 12.000 maestros en el país se niegan a regresar a clases, luego que la Federación Unitaria del Magisterio de Venezuela (Fetramagisterio) realizara una consulta a 13.692 docentes. Es decir, el 89 % de esa cifra no quiere volver a las aulas si no hay un reajuste salarial acorde a la hiperinflación que afecta al país.
Para Sánchez, “no hay posibilidad del regreso a clases” debido a que lo que los maestros devengan mensualmente no se corresponde con la exigencia que tiene la profesión para con el país. Dijo que la crisis por la que atraviesa el sector se ha evidenciado, incluso, en casos de suicidios, porque el sueldo no les alcanza para vivir dignamente.
Rechazó las palabras del ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, quien dijo hace días que el proyecto Cada Familia una Escuela, referido a la asesoría de los representantes para la instrucción de sus hijos, era exitoso. En ese sentido, destacó que se están organizando para evitar que los alumnos que no tengan los conocimientos necesarios para pasar al siguiente nivel no sean promovidos de grado y “por eso no avalamos esta locura propuesta por el presidente Nicolás Maduro de querer pretender clases semipresenciales en el mes de octubre”, refirió.
De igual modo, dirigentes sindicales advirtieron que, a pesar de la cuarentena y de no recibir respuesta del Ministerio de Educación, iniciarán jornadas de protesta.
El 21 de agosto, durante una conversación con el ministro de Educación Superior, César Trompiz, el Presidente anunció que estudiarán la posibilidad de que en octubre, en tan solo dos meses, se dé un regreso parcial a las aulas, tanto en colegios, liceos y universidades.
El mandatario explicó que esa propuesta podría ir de la mano con el esquema del 7+7. Es decir, durante la semana de flexibilización todos los estudiantes irían a los planteles educativos a recibir clases y tener apoyo pedagógico de los docentes, y en los siguientes siete días, en cumplimiento con el “regreso” a la cuarentena radical, se quedarían en sus casas viendo clases online. Es por ello que llamó a esta nueva metodología “multimodal”.
Por su parte, la Federación Venezolana de Maestros (FVM) emitió un comunicado en el que manifiesta su preocupación por la situación que atraviesa el país y considera que el ejecutivo presidido por el presidente Nicolás Maduro no ha logrado resultados positivos en luchar contra flagelos como la desnutrición y el desempleo, así como ha mostrado incapacidad de atraer inversionistas al país, lo que le he llevado a ostentar los peores indicadores económicos y sociales de América Latina.
La hiperinflación ha afectado el poder adquisitivo de los docentes -reitera la FVM- al recordar que el salario de un docente, incluido el bono de alimentación, es de aproximadamente 10 dólares al mes cuando, según los indicadores del Banco Mundial, toda persona que devengue un salario menor a 1,9 dólares diarios se considerará que vive en pobreza extrema.
Respecto a la educación en el país, señalaron que, en cuanto a los alumnos, solo 10 % reporta tener una conexión estable, 67 % no dispone de recursos materiales para el trabajo en casa y 94 % de los docentes opina que la mayoría no tiene buen servicio de electricidad ni capacitación digital para cumplir con la instrucción del programa “Cada familia una escuela”.
La FVM anunció el martes 11 de agosto, a través de su cuenta en Twitter, que los agremiados a ese organismo no regresarán a las actividades escolares al inicio del nuevo periodo escolar de ninguna forma al considerar que no existen condiciones para hacerlo. “Los maestros no se incorporarán en septiembre, ni presencialmente, ni vía online. En Venezuela no existen condiciones favorables para reactivar el sistema educativo, mucho menos cuando el docente no ha Sido reivindicado salarial y socialmente”, escribió la FVM.
Clases ajuro
Durante el fin de semana, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró con lugar un amparo constitucional interpuesto por los ciudadanos Yuly Sojo, María Filomena Gomes Da Silva, Antonio W. Medina y María Alejandra Herazo, en representación de sus hijos, en contra de los ciudadanos Teresita Glassman de Fuente y José Antonio Fuente Glassman, propietarios y directivos de la Unidad Educativa Privada Colegio Inmaculada Concepción y les ordenaron que se siguiera dando clases en esa institución hasta que termine el año escolar 2020 – 2021.
También se estipula en el fallo que los representantes y los padres deberán cancelar la matrícula vigente de Bs 600.000, que fue convenido en asamblea de padres y representantes celebrada en noviembre de 2019.
En ese sentido, ordenó a las autoridades de la institución a convocar a una asamblea para considerar y aprobar el aumento de la inscripción y la matrícula de los alumnos, previo al análisis de la estructura de costos, un procedimiento que será monitoreado por el Ministerio de Educación.
Esta acción se materializó luego de la denuncia recibida por parte de algunos representantes, en el sentido de que alrededor de 416 niños “fueron dejados sin derecho a la educación” por parte de los dueños, quienes decidieron “el cierre abrupto, ilegal y unilateral” de la institución.
RECUADRO
Decisión pedagógico-sanitaria
Expertos consideran que el regreso a clases debe regirse bajo un acuerdo sanitario-educativo, en el cual se establezcan las normas que deberán cumplirse para evitar contagios por covid-19 y garantizar el aprendizaje de los estudiantes.
El asesor educativo de la Red de Madres, Padres y Representantes, Carlos Cedeño, explicó que mientras no se apliquen las medidas correctas se generará un consto en el aprendizaje y la formación. “El debate hay que darlo y tiene que ser una decisión pedagógico-sanitaria. Es decir, no es una decisión pedagógica en la cual los maestros nos empeñamos en abrir las escuelas, pero tampoco es una situación únicamente sanitaria que niegue el impacto pedagógico que esto tiene”, dijo.
En entrevista concedida al circuido Onda de Unión Radio, sostuvo que se debe avanzar en un consenso entre estas áreas para generar bienestar en los estudiantes.