En Ocumare conductores amanecieron en la bomba del casco central; sin embargo, para la una de la tarde permanecía cerrada porque no había gasolina
Las dificultades para surtir los vehículos de gasolina no han sido superadas. A pesar del nuevo esquema de distribución y comercialización que rige desde el 1 de junio, llenar el tanque de un vehículo de combustible sigue siendo una odisea.
La subregión de los Valles del Tuy no escapa a esta realidad. Estaciones de servicio cerradas y colas en sus adyacencias es el panorama que se observa a diario en los diferentes municipios de esta zona mirandina.
Adolfo Contreras llegó ayer a las 6:30 am a la gasolinera Romano en el casco central de Ocumare. El día anterior sus intenciones quedaron frustradas. A las 4:00 pm se había acabado el combustible. Al día siguiente la situación no era nada alentadora. Para la 1:30 pm la bomba continuaba cerrada, pues no había llegado la gandola para surtirla. La bomba La Acequia, para ese momento, estaba igual.
En Cúa la situación era diferente y en las tres bombas que existen estaban trabajando a las 10:30 am de ayer, pero en todas se observaron colas. Antonio Castro señaló que duró dos horas para llenar el tanque de su carro. Destacó que el sistema biopago retarda el proceso.
DESPIECE
“Antes era tan fácil”…
La realidad es que continúan las quejas por parte de quienes deben surtir sus vehículos. Echar gasolina continúa siendo un calvario. “Antes era tan fácil ir a una estación de servicio; uno no tardaba ni tres minutos, pero este año hemos demorado hasta días”, señaló Teófilo Casanova.
MIP-TUY Agencia
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