El huracán Sally se acercaba el martes a la costa estadounidense del Golfo de México, donde amenazaba con provocar inundaciones históricas, ya que el Centro Nacional de Huracanes (CNH) prevé precipitaciones de más de 60 centímetros en algunas áreas.
Sally es la segunda tormenta potente en menos de un mes que amenaza la región. Sus vientos bajaron a 140 kilómetros por hora (kph) y en la mañana del martes se encontraba a 100 kilómetros al este de la desembocadura del río Misisipi, según el CNH, avanzando a un ritmo lento de unos 3 kph.
Durante el martes, el huracán podría azotar las costas de Misisipi, Alabama y Florida con grandes crecidas y marejadas ciclónicas de hasta 2,7 metros en algunas partes. Su lento avance recuerda al huracán Harvey en 2017, que provocó fuertes precipitaciones durante varios días en la zona de Houston.
Misisipi y Luisiana pidieron evacuar las zonas bajas y el presidente Donald Trump emitió una declaración de emergencia por desastre para ambos estados. Alabama cerró las playas estatales y recomendó evacuaciones de residentes en áreas bajas.
Puertos, colegios y negocios cerraron a lo largo de la costa. La Guardia Costera restringió los viajes en la parte baja del río Misisipi en Nueva Orleans hasta el golfo, y cerró los puertos de Pascagoula y Gulfport, Misisipi, y Mobile.
Lo más probable es que Sally toque tierra en Misisipi, pero su mayor amenaza será toda la lluvia que descargará en una amplia zona de la costa, con precipitaciones previstas de hasta 7,62-10,2 centímetros en áreas tan al interior como Atlanta, dijo Jim Foerster, meteorólogo jefe de DTN, un proveedor de datos de energía, agricultura y clima.