Los llamados manteleros -personas dedicadas a la venta informal de ropa y otros productos exhibidos sobre trozos de tela tirada en el suelo- han vuelto al bulevar de Sabana Grande, un espacio público y emblemático de la capital, recuperado para la recreación y el transitar de miles de personas cada día.
Hay funcionarios de la Policía Nacional a lo largo del bulevar; algunos de ellos obligan a los vendedores informales a retirarse, pero la dinámica observada es esta: Los policías se acercan, los manteleros recogen apresuradamente su mercancía, la cargan al hombro, se alejan por las calles trasversales, aguardan unos minutos mientras que los uniformados se ausentan, y vuelven para extender la ropa en el suelo.
Transeúntes consultados, como Enrique Villamizar, lamentan que esto esté sucediendo, e incluso lo ven como una amenaza «que puede significar volver a la anarquía que había en Sabana Grande hace poco, cuando los buhoneros llegaron a instalarse definitivamente en el bulevar y no se podía caminar por aquí sin que te robaran».
El bulevar de Sabana Grande y sus calles transversales son bandera de un plan emprendido por la Alcaldía de Caracas, el Gobierno de Distrito Capital, PDVSA La Estancia -brazo cultural de la petrolera- y otras instituciones.
El proyecto está destinado a recuperar espacios públicos para el esparcimiento ciudadano. En el caso de Sabana Grande, 90 mil metros cuadrados fueron devueltos a los caraqueños en julio de 2011, tras un trabajo minucioso de diagnóstico y restauración que comenzó en 2007 y que exigió una inversión de 70 millones de bolívares.
La calzada fue totalmente restituida, igual que el sistema de alumbrado. A lo largo del corredor, esculturas y plantas ornamentales le confieren una estética particular al lugar. Cafés al aire libre, asientos públicos de granito, atracciones de parque infantil y herramientas para el ejercicio ejercicio físico, completan el cuadro, animado por músicos, payasos, pintores, artesanos y hasta bailarines de géneros urbanos, que ofrecen variopintos espectáculos.
Esta obra, en la que gobierno y consejos comunales trabajaron de la mano, se enlaza con una Plaza Venezuela totalmente renovada, lo que convierte a la parroquia El Recreo en la de mayor cantidad de metros cuadrados (381.398) recuperados.
En los últimos tres años, Caracas ha recobrado 1.062.910 metros cuadrados de sus espacios públicos con este plan. Tal extensión equivale aproximadamente a la extensión de la parroquia capitalina La Candelaria, donde viven unas 70 mil personas, o a 21 estadios de fútbol semejantes al Pachencho Romero del estado Zulia.
AVN