El mandatario no solo contradijo lo dicho por el doctor Robert Redfield, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus iniciales en inglés), sino que lo calificó de “confundido” por pronosticar un plazo más largo
En una abierta contradicción a los expertos en salud del gobierno, el presidente Donald Trump pronosticó que una vacuna segura y efectiva contra el coronavirus podría estar lista incluso el próximo mes y que su distribución en masa comenzaría poco después.
Con sus afirmaciones el miércoles, el mandatario no solo contradijo lo dicho por el doctor Robert Redfield, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus iniciales en inglés), sino que lo calificó de “confundido” por pronosticar un plazo más largo.
Trump también estuvo en desacuerdo con el doctor Redfield sobre la efectividad de las mascarillas -que el mandatario recomienda pero casi nunca utiliza- y dijo que le llamó por teléfono a Redfield para decirle eso.
Horas antes, los CDC enviaron a los 50 estados un plan para la distribución de una vacuna que sería gratuita para todos los estadounidenses una vez que se demuestre su seguridad y efectividad, lo que aún no es el caso.
Durante una audiencia ante el Congreso, Redfield dijo que los trabajadores de salud, personal de emergencias y otras personas de alto riesgo serían las primeras en recibir la vacuna, tal vez en enero e incluso antes de que finalice este año, pero es poco probable que esté disponible de manera más extensa -siempre que sea aprobada- antes de que concluya el primer semestre del próximo año.
Tras los comentarios de Trump, funcionarios de los CDC informaron la noche del miércoles que el director había creído que respondía a una pregunta sobre cuándo se completaría el proceso de vacunación para todos los estadounidenses.