Joel Acosta, de 23 años, fue asesinado por funcionarios de la Policía Científica el pasado martes, 22 de septiembre. La versión oficial asegura que murió en un enfrentamiento por negarse a ser detenido, pero sus parientes dicen lo contrario
Joel Antonio Acosta Serrano, de 23 años, quien vendía ropa y a veces trabajaba de albañil, fue asesinado de cinco disparos la tarde del pasado martes, 22 de septiembre, en la calle Lara del barrio Carpintero, en Petare, estado Miranda. La versión oficial asegura que murió en un enfrentamiento cuando iban a detenerlo, pero su familia niega la versión.
De acuerdo con el relato de parientes de la víctima, aproximadamente a las 4:30 pm del martes caminaba con varios amigos hacia la cancha del sector y cuando iban llegando fueron interceptados por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Los familiares aseguran que testigos vieron cómo los jóvenes corrieron, y que uno de los efectivos sacó su arma y disparó. El primer tiro le impactó en la pierna a Acosta, quien cayó al suelo; luego recibió otro en la misma zona. Después herirlo, presuntamente los funcionarios le hicieron tres disparos en la espalda.
“Yo fui al Cicpc a denunciar lo que habían hecho a Joel Antonio, a decir que él no era ningún delincuente que se había enfrentado; que tengo testigos que vieron cómo los policías, luego de matarlo, lo agarraron por el ‘short’, lo montaron en una camioneta roja y luego lo dejaron en el (Hospital Dr.) Domingo Luciani”, dijo uno de los familiares de la víctima.
A Acosta le dispararon en cinco ocasiones, pero en el informe forense que les fue entregado a los parientes en la morgue de Bello Monte solo sale señalado uno. Según el documento, este tiro fue el que lo mató y le impactó en el tórax. El joven residía con su familia y no deja hijos.
Daisy Galaviz/El Pitazo