El pasado 8 de diciembre se conformó un espacio para la creatividad, para la expresión simbólica y cultural, para el canto, el baile y la poesía, que este año se conjugaron con el deporte, la formación, la algarabía y la vitalidad de una emblemática parroquia caraqueña
El pasado 8 de diciembre amaneció con una lluvia implacable que parecía querer dar al traste con meses de preparación que la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, junto con las comunidades organizadas de la parroquia La Vega y el apoyo de la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme habíamos realizado para llevar cabo la Celebración por la Vida 2012, que este año tuvo por lema: Un manantial por la Vida en La Vega.
Afortunadamente, fue escampando hasta que finalmente cesó la lluvia y, en su lugar, apareció un sol radiante. Este fenómeno atmosférico típico de países tropicales pareciera haberse confabulado contra nosotros y nosotras para explicar muy bien lo que sienten los y las familiares de víctimas cuando pierden a un ser querido a manos de funcionarios o funcionarias policiales o militares, a quienes un día se les confió la misión de proteger la vida e integridad física de las personas. Ese dolor que siente una madre cuando pierde un hijo o una hija parte la vida en dos, en un antes y un después, trastoca el proyecto de vida y quita las ganas de vivir. Sin embargo, la vida sigue y el deseo de hacer justicia se convierte en el motor de las luchas que emprenden los y las familiares de víctimas, luchas que si bien comienzan de forma individual se tornan colectivas y se orientan a la búsqueda de justicia y de verdad con la esperanza de que algún día brillen como el sol de La Vega.
El sentido de la Celebración por la Vida
En el año 1986, la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz realizó por primera vez la Celebración por la Vida para acompañar a la familia de Freddy Dugarte, joven habitante del barrio Nuevo Horizonte, quien fue arrestado por funcionarios de la DISIP y entregado muerto con un tiro de gracia en la nuca. Desde entonces, el sentido de este encuentro ha sido expresar la solidaridad hacia las víctimas y familiares de víctimas de abuso policial y militar. Este sentimiento se manifiesta en el escuchar al otro o la otra, en enjugar sus lágrimas, en unirnos para marchar juntos y juntas y exigir la justicia que no siempre es fácil de alcanzar, sobre todo para las personas pobres y excluidas.
Este año
La Celebración por la Vida 2012 es un espacio para la creatividad, para la expresión simbólica y cultural, para el canto, el baile y la poesía, que este año se conjugaron con el deporte, la formación, la algarabía y la vitalidad de La Vega, una emblemática parroquia caraqueña. Asimismo, La Vega tiene especial importancia para la Red de Apoyo por ser una comunidad con la que históricamente hemos trabajado en conjunto para promover y difundir los derechos humanos.
Como es tradicional en la Celebración por la Vida, se realizó una marcha que esta vez partió del Polideportivo La Veguita, y en ella participaron al menos 300 niños y niñas de escuelas de La Vega, quienes con sus pancartas en mano se unieron a los vecinos y las vecinas de la parroquia y a las personas víctimas de abuso policial y militar y sus familiares, al personal de la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, y a integrantes de la Comisión Presidencial para el Desarme, en un recorrido en el que no faltó la música, el circo y la denuncia, para hacer llegar su mensaje contra la violencia, a favor de la vida, la paz y el desarme.
“En esta Celebración por la Vida estamos trabajando el tema de la no violencia; porque si bien la Red de Apoyo tiene más de 27 años atendiendo a familias de jóvenes ajusticiados a través de armas de fuego que estaban en manos de funcionarios policiales y militares, ahora vemos con preocupación que la gente se está armando y por eso una de las cosas que debemos empezar a hacer desde nuestros barrios, desde nuestro espacio, es pensar que las armas son un nuevo peligro para la vida y la convivencia pacífica”, señala Laura Roldán, coordinadora general de la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz.
Dos historias, dos luchas
Pararse frente a un grupo de personas y contar los relatos que dan cuenta de la manera en que perdimos a nuestro ser querido a manos de funcionarios y funcionarias representantes del Estado no es nada fácil porque el dolor, sin importar el tiempo que pase, sigue vivo; pero el deseo de que se haga justicia anima a estos padres y a estas madres a seguir luchando y a dar su testimonio. Ésta, sin duda, es la parte central de la Celebración por la Vida.
Este año tuvimos el testimonio de Doris Rodríguez de Pérez, cuyo hijo Luis Enrique Pérez fue herido de bala en el brazo en una balacera y cuando los vecinos intentaron llevarlo al hospital, la Policía de Caracas lo montó en un patrulla, pero no dejaron que nadie más lo acompañara. Luego, cuando la familia fue a buscarlo al hospital les informaron que había llegado sin signos vitales. En la morgue aparece con 6 tiros: 1 a distancia y 5 a quemarropa. También compartió su historia de lucha el señor Iván Pérez, padre de los hermanos Engel Alexander Ernesto Pérez Heredia y Fabricio Douglas Iván Pérez Heredia, asesinados por funcionarios de las Fuerzas Armadas Policiales del estado Lara, el 29 de abril de 2008, tras ser detenidos. Posteriormente son informadas sus muertes como producto de un presunto enfrentamiento en Pavia, con las autoridades. Este hecho fue desmentido posteriormente por las experticias forenses.
Lecciones aprendidas
“El hecho de oír a niños, niñas y adolescentes encabezando esta marcha, pidiendo la tolerancia, la convivencia, el buen trato en la resolución pacífica de conflictos y el fin de la violencia nos da esperanza…”. Javier Barrios, asociado de la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz.
“Esta marcha que hicimos hoy es alentadora porque nos damos cuenta de que no solamente en Lara sino en toda Venezuela estamos en pie de lucha para poder acabar con la impunidad…” Iván Pérez, familiar de víctimas de abuso policial.
“…Este tipo de eventos co-organizados con la comunidad aumentan la autoestima comunitaria y parroquial y les anima a reconocer que hay mucho por hacer…”, Betty Núñez, integrante de la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz.
“La clave para tener un buen sancocho es tener todos los ingredientes y hacerlo con amor”, Carmen González, una de las coordinadoras del sancocho comunitario que se hizo en la Celebración por la Vida.
Agradecimientos
Agradecemos la participación y apoyo de El Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, Ministerio del Poder Popular para la Educación, Frente de Bandas Rebeldes, Gobierno del Distrito Capital, Ministerio del Poder Popular para el Deporte, Hidrocapital, la ONA; los consejos comunales de La Vega, la fundación Las Estrellitas de Luis, Protección Civil y familiares de la Red de Apoyo.
La Voz de los Derechos Humanos
Red de Apoyo por la Justicia y la Paz
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