El Gobierno del presidente Donald Trump redujo el número de refugiados que permitirá establecerse en Estados Unidos en el recién iniciado año fiscal, a una cifra de 15.000 personas, un piso histórico para el programa de acogida de extranjeros por razones políticas o de protección de derechos humanos.
Trump finalizó su plan con un memorando enviado durante la madrugada y dijo que el techo de gastos fiscales del 2021, que comenzó este mes, incluye 6.000 asignaciones no utilizadas del año pasado “que podrían haber sido empleadas de no ser por la pandemia de coronavirus”.
El presidente republicano, que busca ser reelecto el 3 de noviembre, ha adoptado una severa posición respecto a la inmigración -tanto legal como ilegal- e impuso condiciones más estrictas para que Estados Unidos admita refugiados todos los años desde que asumió el poder en 2017.
En su declaración, Trump dijo que cualquier nuevo refugiado este año debería ser asignado por el Departamento de Estado en zonas del país que aún estén “abiertas” para acogerlos.
“Los refugiados recién admitidos deberían ser asignados, siempre que sea posible, en estados y localidades que claramente han expresado su disposición a recibirlos” y “reubicarse en comunidades que deseen y estén equipadas para apoyar su integración exitosa en la sociedad y la fuerza laboral estadounidenses”, dijo Trump.
Sus detractores dicen que Trump ha abandonado el rol de Estados Unidos como una nación protectora de personas que sufren persecución y que la reducción de las admisiones de refugiados socava los lineamientos de política exterior.
El rival de Trump en las elecciones, el ex vicepresidente demócrata Joe Biden, se ha comprometido a aumentar las cuotas de admisiones de refugiados a 125.000 por año si gana los comicios, aunque muchos grupos activistas dicen que el programa podría tardar años en recuperarse.
Decenas de miles de refugiados tienen pendientes sus solicitudes en el sistema de Estados Unidos, incluso a pesar de que los vetos se han incrementado durante el Gobierno de Trump y de que la pandemia de coronavirus ha recortado los arribos en el año fiscal del 2020. La cuota del año pasado se situó en 18.000 admisiones.