El último sábado del mes de octubre de cada año se realiza La Bajada de la Virgen Chiquinquirá, acto que se ha convertido en toda una tradición para los devotos de la Virgen consiguiendo así colmar la Plazoleta de la Basílica en todo el centro de Maracaibo.
El presbítero Eleuterio Cuevas señaló en una oportunidad que desde 1960 a 1970, no hubo continuidad en La Bajada de la Virgen, debido a las reformas del Concilio Vaticano, pero en 1970, gracias a monseñor Roberto Lückert León, es que se le da un gran importancia a esta celebración, motivado a la situación que vivían los habitantes de El Saladillo con la demolición parcial de ese sector.
Las personas estaban emigrando a otros sectores de la región y esta manifestación permitió congregarse de nuevo y permitir retomar esta bella tradición.