El Banco de Desarrollo de América Latina-CAF inauguró este jueves en México un espacio de discusión virtual de dos días sobre el futuro de las pequeñas y medianas empresas (pymes) latinoamericanas tras la pandemia de covid-19, un escenario que está marcado por la transformación digital.
«Después de la pandemia, la transformación digital de nuestras sociedades se está acelerando. Eso genera grandes retos y oportunidades», consideró su presidente ejecutivo, Luis Carranza, al abrir las jornadas de debate.
Carranza consideró que las pymes y las microempresas «son las más afectadas» por la crisis derivada de la covid, por lo que CAF ha «duplicado» sus líneas de crédito con las microfinancieras.
«Este año, un año muy complicado, hemos redireccionado líneas de crédito por 1.600 millones de dólares para apoyar a los bancos de desarrollo local en su estrategia financiera con las pymes», agregó.
Además, el presidente de la organización explicó que han puesto en marcha otros apoyos no monetarios con «programas de innovación, de patentes, de internacionalización, y sobre todo de integración dentro de cadenas de valor y de clústers empresariales».
Por su parte, José de Luna, titular de la Unidad de Crédito Público de la Secretaría de Hacienda de México, enfatizó el papel de las pymes en la economía del país.
«Las pymes, en el caso de México, generan el 70 % de todos los empleos que existen en la economía. Además las pymes contribuyen con al menos el 51 % del producto interno bruto (PIB). Es decir, que estas empresas son cruciales para la salud de la economía, para su desempeño y para su prosperidad», aseveró.
De Luna aceptó que uno de los principales problemas que enfrentan este tipo de empresas es su dificultad para sobrevivir, ya que menos de la mitad se mantienen abiertas en México tras el primer año de actividad y la cifra todavía «baja en el segundo año».
«Nosotros quisiéramos que en el futuro tuviéramos un ecosistema que permitiera una mayor tasa de supervivencia de empresas. Para ello requerimos invertir en mejores habilidades empresariales, capacidad para entender los mercados, para hacer negocios», destacó.
El funcionario señaló otros problemas, como la pequeña tasa de crecimiento de las pymes y el gran porcentaje de ellas que están constituidas de manera informal, lo que dificulta su desempeño y su acceso al crédito, y redunda en un mal para la economía de los países.
Sin embargo, De Luna señaló una gran oportunidad para estas compañías derivada de la pandemia: la digitalización.
«Ha abierto nuevas oportunidades para que las pymes puedan desarrollar nuevos modelos de negocio, puedan encontrar mejores canales de distribución de sus productos y servicios, y puedan mejorar su productividad con el uso de la tecnología», argumentó.