A pesar de las circunstancias el párroco Gorgregory Oviedo señaló que la palabra de Dios es llevada a la población a través de la emisora Rumbera 106.9 FM, todos los días, a las 7:00 am
La crisis social que atraviesa Venezuela ha afectado el desarrollo de las actividades habituales, sin embargo, en Ocumare del Tuy, la iglesia católica sigue llevando la palabra de Dios a través de la estación radial Rumbera 106.9 FM, todos los días, a las 7:00 am.
“Las restricciones propias de la situación que vive el mundo nos limita la posibilidad de que la feligresía acuda a los templos, por eso nos hemos apoyado en algunas opciones digitales para acercarnos a los creyentes”, dijo el párroco de la entidad, Gorgregory Oviedo, quien resaltó que el encuentro con Dios no es sólo a través de las misas, sino también con una oración en la que se sienta la presencia de Jesuscristo.
Así mismo, Oviedo señaló que en algunos casos están llevando la comunión, pero cumpliendo con las medidas de seguridad y prevención en el marco de la pandemia. “También estamos cumpliendo con el sacramento y la unción de los enfermos, tal como no los ha recomendado la Conferencia Episcopal de Venezuela, sin dejar a un lado la fe”.
En cero
Económicamente, la parroquia San Diego de Alcalá está en la “carraplana”, ya que las colaboraciones han mermado casi en su totalidad, a excepción de algunos feligreses que aún cumplen con sus ofrendas.
“Entendemos que la situación nos afecta a todos, por lo que nuestros ingresos han mermado significativamente agravando a la ya crítica situación que veníamos padeciendo”, reveló el padre.
Esta situación ha dejado como consecuencia la suspensión de los programas de alimentación que se desarrollaban en el templo en beneficio de más de 200 personas, entre niños, adultos mayores y grupo de familias, cada fin de semana.
También, la escasez de gasolina afecta el desarrollo de la distribución de alimentos que se llevaban a algunos hogares de Ocumare. Se hace, pero en un porcentaje muy bajo.
Sin ingresos
Cinco son los trabajadores que laboran en el templo, entre obreros y personal administrativo que ya no podrán recibir sus salarios porque la parroquia no posee los recursos para cumplir estos compromisos.
Entre tanto, el padre Oviedo señaló que la crítica situación económica que atraviesa la parroquia perjudica la infraestructura del templo, ya que no puede ser aseado ni iluminado, por solo puntualizar dos ejemplos.
“Hace días fuimos víctimas de un hurto. Los amigos de lo ajeno se llevaron el dinero que teníamos dispuesto para pagar al personal. El hecho fue a las 11:00 am. Se trata del cuarto robo del que somos víctima de la inseguridad que reina en Ocumare”, dijo el párroco, quien señaló que el dinero robado era producto de una colecta realizada a través de la venta de calendarios que le habían dado a consignación.
MIP-TUY Agencia
miptuyagencia@gmail.com