El barón Benjamín de Rothschild, banquero francés, presidente del holding Edmond de Rothschild, y uno de los hombres más ricos del mundo, falleció el viernes por la tarde de un ataque cardíaco en su hogar de la comuna de Pregny, en Suiza, a la edad de 57 años.
La noticia de la muerte del titular del grupo bancario que lleva el nombre de su padre fue informada por la página oficial del holding. Allí se comunicaba con «gran emoción y profunda tristeza» la partida de este hombre que, desde el año 1997 dirigía el poderoso imperio financiero que él mismo «había desarrollado de forma excepcional en los últimos años», según consigna el comunicado.
Benjamín de Rothschild nació el 30 de julio de 1963 en Francia, era hijo de Edmond y Nadine de Rothchild, y heredero de una dinastía originada en Frankfurt, Alemania, que por 300 años administró diferentes bancos en toda Europa.
También señalaron que el financista fallecido el viernes era un «filántropo comprometido», que desarrolló la innovación dentro de Hospital de la Fundación Adolphe de Rothschild y que tenía una personalidad extraordinaria que le permitió transformar y modernizar su herencia, siempre respetando los valores de la familia.
El banquero pasó sus últimas horas en el llamado Castillo Rothschild, o Château de Pregny, que se encuentra ubicado cerca del lago de Ginebra, y que pertenece a la familia desde mediados del siglo XIX. Lo sobreviven su esposa, Ariane y sus cuatro hijas.
Así, desde el año 2003 era dueño, junto a su socio Laurent Dassault, de la bodega Flechas de los Andes, en Tunuyán, provincia de Mendoza.