La joven venezolana de 18 años que fue drogada y violada en Buenos Aires, Argentina y su madre declararon ante la Justicia. La víctima lo hizo ante un cuerpo interdisciplinario de profesionales y su madre ante la fiscal Silvina Russi. Aportaron detalles sobre el hecho, su actuación y otros elementos que no figuraban en el acta policial original.
«Para nosotros es muy importante esta declaración porque es la primera vez que se le permite a la víctima contar el episodio que vivió», dijo Pablo Baqué, el abogado de la afectada. Afirmó, además, que el peritaje psicológico realizado a la joven fue «favorable» para su posición, «reflejo de que está viviendo una situación de estrés postraumático compatible con lo que le pasó».
La declaración se produjo luego de que la jueza a cargo de la causa, Karina Zucconi, delegó la instrucción en la fiscal Russi, quien solicitó y puso en marcha una serie de medidas, entre ellas, la citación de la joven y de su madre, Thays Campos, para que declaren en la sede de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional N°41.
«Esperamos que se tomen los testimonios de las otras dos chicas que también sufrieron situaciones similares para que la causa se eleve a juicio lo antes posible y se haga cargo un tribunal, así salimos de este juzgado de instrucción», manifestó el abogado querellante, que consideró que al acusado, Irineo Humberto Garzón Martínez, le será más difícil «engañar» a tres personas.
La jueza del caso fue denunciada ante el Consejo de la Magistratura por mal desempeño en sus funciones. Primero, por el consejero Diego Marías, quien solicitó suspender a Zucconi y formular una acusación ante el Jurado de Enjuiciamiento. Luego, por el diputado Pablo Tonelli (PRO-Capital), también consejero de la Magistratura. Ambos hicieron mención al «mal desempeño» de la magistrada por haber dejado en libertad al comerciante pese a la gravedad del delito por el que fue procesado, que prevé penas no excarcelables.
Esta fue la primera vez que la Fiscal Russi estuvo cara a cara con la joven. Habían mantenido una conversación telefónica luego de que la joven quedara «destrozada» al enterarse de lo que el abogado del acusado estaba diciendo en la prensa, tras la indagatoria de ayer. «La llamó para tranquilizarla y para explicarle que este tipo de cosas suelen pasar en estos casos», y que no debía preocuparse por los alegatos de la defensa ya que inventaran cualquier cosa para eximir de responsabilidad al violador.
Ayer, la jueza a cargo del expediente procesó al acusado Irineo Humberto Garzón Martínez por un delito más grave por el que estaba imputado en un primer momento: por abuso sexual agravado con acceso carnal, pero el sospechoso, por el momento, continuará el proceso en libertad.