Los pacientes fallecidos por ébola han aumentado a cinco en Guinea-Conakri, donde se declaró el pasado día 13 de este mes una nueva epidemia de este virus, según informó la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria (ANSS) de ese país de África Occidental.
Hasta la fecha, desgraciadamente hemos registrado cinco muertes por las que damos nuestro más sincero pésame a las familias en duelo y rezamos a Alá para que bendiga las almas de nuestros seres queridos”, declaró la ANSS en su último informe.
Hasta la fecha han mostrado síntomas diez personas, de las cuales tres están siendo atendidas en los centros de tratamiento de Nzérékoré, zona sureña en la que se detectó el primer caso; y Conakri, la capital guineana, que está a más de 500 kilómetros.
Igualmente, se está trabajando para delimitar la epidemia y se está vigilando a 125 contactos, 115 en Nzérékoré y 10 en Ratoma, distrito de Conakri donde falleció un caso confirmado que procedía de Gouécké, la localidad de Nzérékoré en la que se inició el brote.
A estos contactos se les realizará un seguimiento de 21 días, que es el periodo de cuarentena establecido para esta enfermedad.
Además, se espera que en un plazo de 72 horas se reciban las vacunas contra el ébola, indicó la ANSS en el informe, que data de última hora de este lunes.
Varios países de África occidental ya se han puesto en alerta para evitar que la enfermedad se extienda en sus territorios.
En este sentido, el ministro de Salud de Nigeria, Osagie Ehanire, informó de que se había puesto en alerta roja a los trabajadores sanitarios tras el resurgimiento del ébola en Guinea-Conakri y que se monitorearán todos los puntos de entrada al país para detectar cualquier caso sospechoso.
El ministro de Salud de Costa de Marfil, Eugène Ala Aouélé, anunció también la adopción de fuertes medidas para contener los riesgos de propagación de la enfermedad, acentuando los esfuerzos en las zonas fronterizas que comparte con Guinea-Conakri.
La Cruz Roja anunció este lunes que han activado una red de más de 700 voluntarios capacitados en la región de N’Zérékoré para frenar el brote.
En Guinea-Conakri no se habían detectado contagios de ébola desde el fin de la gran epidemia que sacudió África occidental entre 2014 y 2016.
La que fue la peor epidemia de ébola de la historia surgió en este país a finales de 2013 y en ella murieron 11.300 personas y más de 28.500 se contagiaron, si bien esas cifras, según admite la Organización Mundial de la Salud (OMS), podrían ser conservadoras.
Otro brote de ébola fue confirmado el pasado día 7 en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), donde las autoridades lanzaron este lunes oficialmente la campaña de vacunación contra la enfermedad.
Según las últimas cifras de la OMS, vigentes a fecha del 13 de febrero, se han confirmado cuatro casos en la RDC, de los cuales dos pacientes han fallecido.
El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados de personas o animales.
Provoca fiebres hemorrágicas y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90 % si no es tratado a tiempo.