El hecho de que la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus esté siendo aprobada por cada vez más países de América Latina «podría dañar el prestigio de EE.UU. en la región», así como «tener consecuencias duraderas en el mundo post-pandémico». Así evalúa la CNN la popularidad y creciente distribución del fármaco ruso por el continente suramericano en un artículo publicado este miércoles.
En la publicación se subraya que, pese a estar considerada tradicionalmente esta región como ‘el patio trasero’ de EE.UU., «América Latina está recurriendo cada vez más a Moscú para que le ayude a hacer frente a la pandemia» ante la escasez mundial de vacunas disponibles.
El medio pone el ejemplo de Colombia, aliado principal de Washington en la región, que decidió dejar de lado las discrepancias ideológicas y ya tiene firmado un acuerdo de confidencialidad para recibir 2,5 millones de dosis del componente ruso.
Bogotá podría adquirir las dosis de Sputnik V, pese a que la expulsión de dos diplomáticos rusos en diciembre bajo sospecha de espionaje derivó en tensiones con Moscú.
Ventajas del fármaco ruso
La CNN hace hincapié en los beneficios del fármaco ruso. En particular, en su precio, de alrededor de 10 dólares por dosis, casi la mitad que la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech (19,50 dólares).
Además, el componente ruso se almacena a una temperatura de -18° C, aunque el Ministerio de Salud ruso aprobó también que el fármaco puede conservarse entre 2 º C y 8 º C para la distribución global.
Por su parte, la vacuna de Pfizer debe conservarse a entre -80 º C y -60 º C, un régimen de temperatura que la mayoría de los países de la región latinoamericana no son capaces de asegurar.
Eficacia del 91,6 %
La vacuna Sputnik V, desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú, utiliza una tecnología de adenovirus humano de dos vectores diferentes, Ad26 y Ad5, que se aplican en dos inyecciones con 21 días de diferencia.
La solución no contiene adenovirus humanos vivos, sino vectores adenovirales, que no se multiplican y resultan completamente seguros para la salud.
El pasado martes, la prestigiosa revista médica The Lancet publicó los resultados preliminares de los ensayos de la tercera fase del fármaco ruso, que mostraron que tiene una eficacia del 91,6 %, que no causa efectos secundarios graves y que es apto para todos los grupos de edad.
Hasta la fecha, 27 países han aprobado el uso de la vacuna rusa contra el covid-19, según recoge el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF). En Latinoamérica lo han hecho Argentina, Bolivia, Venezuela, Paraguay, México y Nicaragua. RT