Una joven mujer colombiana destaca en el equipo de ingenieros que lideró el envio y posterior aterrizaje de la nave robótica enviada por la NASA a Marte. Ella es Diana Trujillo tenía 17 años y US$300 en el bolsillo cuando llegó a Estados Unidos desde Colombia.
Durante años limpió casas para pagar sus estudios y graduarse en ingeniería aeroespacial.
Y ahora es ingeniera de la NASA y directora de vuelo de la misión Marte 2020, que este 18 de febrero depositó en la superficie marciana a Perseverance, el robot explorador más avanzado jamás enviado al espacio.
Perseverance no sólo buscará evidencias de vida pasada y recogerá muestras de rocas que serán regresadas a la Tierra en una futura misión. También pondrá a prueba tecnologías pioneras que serán clave para una futura presencia humana en el planeta rojo.
Diana Trujillo nos habla sobre los objetivos de la misión Marte 2020, los «cinco sentidos» de Perseverance, y por qué buscar la validación en otros es uno de los grandes obstáculos para salir adelante en la vida.
Cuando lleguemos a la superficie de Marte diferentes grupos operarán el robot.
Uno de esos grupos es el de los directores de vuelo, somos cuatro, y los directores de vuelo son responsables de liderar el grupo que hace todo el análisis del robot, de qué información nos está dando.
Si hay problemas analizamos qué tenemos que hacer para recuperar al robot y poder decir si estamos listos para el siguiente día y podremos comandarlo o no.
Diferentes grupos tienen diferentes niveles de trabajo. Hay un grupo de ingeniería mecánica que hizo todo el diseño del brazo robótico con la mano y los instrumentos que lleva.
Lo que mi grupo hizo es que una vez que el diseño mecánico estuvo hecho, y también el diseño electrónico, tomamos esa parte y la integramos con el diseño del software para estar seguros de que cuando tú comandas el robot hace lo que tiene que hacer.
Mi grupo tuvo que evaluar y hacer todos los exámenes para demostrar que lo que el brazo robótico y la mano y los instrumentos hacían era exactamente para lo que estaban diseñados.
Me gusta mucho el nombre que usamos de brazo robótico, porque es como tu brazo, tu mano, tu muñeca y tus dedos.
Entre los dedos del robot hay dos instrumentos, uno que se llama SHERLOC y uno que se llama PIXL. Esos dos instrumentos necesitan que el brazo robótico los ponga cerquita de la roca para que puedan hacer un escáner e identificar si hubo en algún momento vida en la superficie de Marte.