Londres.- El Liverpool aguantó el 0-2 de la ida para meterse en cuartos de final con un triunfo por 2-0 ante el RB Leipzig, que echó de menos la profundidad de Angeliño y que nunca estuvo cerca de poner en peligro la ventaja de los ingleses.
Sin el lateral español, fuera por una lesión muscular, los alemanes echaron de menos su profundidad y versatilidad en ataque y solo inquietaron la meta de Alisson Becker a ráfagas y sin demasiada intención.
Aunque fueron los primeros en asustar, cuando el meta brasileño tuvo que sacar un disparo desde el suelo de Dani Olmo, casi todas las ocasiones del Leipzig nacían por errores del Liverpool y no por creatividad propia. Y eso que la defensa de los ‘Reds’ no daba mucha seguridad, con Kabak y Nathaniel Phillips juntos en el centro.
Volvía Fabinho al medio del campo por primera vez desde octubre y al lado tendría a Thiago, que completó una de sus mejores actuaciones desde que llegó al Liverpool. El español nutrió de un gran pase desde su campo a Mohamed Salah, que estuvo horrible en el mano a mano, aunque no peor que Mané en el rechace, golpeando la pelota de cabeza completamente picada.
También la tuvo de cabeza Diogo Jota a bocajarro, pero Gulacsi, bien colocado, sacó los puños. Mereció el Liverpool irse ganando al descanso, pero los de Jürgen Klopp volvieron a estar negados de cara al gol y el Leipzig tuvo que salir a empujar en los segundos 45 minutos.
La ocasión de gol más clara la tuvo Alexander Sorloth, con un remate de cabeza que se estrelló en el larguero.
A 20 minutos del final, el Liverpool pilló descolocado al Leipzig y Jota sirvió la pelota para que Salah cortase hacia adentro y batiera a Gulacsi raso por el primer palo.
Con la eliminatoria sentenciada con el gol de Salah, los ‘Reds’ encontraron más espacios y remataron el encuentro con un centro de Divock Origi que mandó a la red Mané.
EFE